La razón de ese retraso fue que "disfruté" de esos capítulos como nunca antes. Y con disfrutar me refiero a que lloré y lloré mientras los leía, mientras imaginaba las escenas que se narran, mientras entendía a la perfección las emociones de Job, mientras le ponía nombre a "mis amigos" (si, también tengo de esos), mientras recorría lo que parecía ser un listado de preguntas, reproches y cuestionamientos que Job me copió. Fue duro, hasta podría decir doloroso, leer sobre ese hombre y sentirme plenamente identificada con él.
La conclusión del libro es preciosa y esperanzadora. Muchos solo nos podemos la desgracia rotunda del inicio y la restauración del final...pero se nos olvida profundizar en todo lo que ocurrió en el medio. Debo decir que lo que más me impactó es que el libro termina y Job no recibió UNA sola respuesta a sus preguntas. Nada. Ni pío.
Dios dio grandes lecciones a Job por supuesto, pero nunca reveló el por qué de Su soberana decisión de permitir que su siervo atravesara semejante prueba. Job terminó rindiéndose ante ese Dios grande a pesar de que sus preguntas no fueron respondidas.

¿Dios escuchó todas las preguntas de Job? ¡Claro que sí! (38-41); sin embargo, cuando decidió hablarle no se las contestó, simplemente le recordó quién era Él y Job no pudo más que arrepentirse por su insolencia.
Si estás atravesando una temporada así, ten ánimo, no eres el único.
- Primero, te recuerdo que precisamente por eso le llamamos 'temporada'; no durará para siempre (Hebreos 12:11).
- Segundo, te recuerdo que el mismo Dios Omnipotente y Soberano de Job es tu Dios; y su habilidad para controlar todo lo que te ocurre y cumplir Sus propósitos sigue intacta (Salmos 46:10, Jeremías 29:11).
- Tercero, nuestro Señor es un experto restaurador y vindicador. Aunque no puedo prometerte que te dará exactamente el doble de todo lo que has perdido como lo hizo con Job (42:10), sí puedo asegurarte que se encargará de restaurar tu fe y tu relación con Él; porque eso es lo que a Él le importa más.
- Cuarto, lo más probable es que el 99.99% de tus preguntas hechas con dolor y tristeza, no van a ser respondidas. Sin embargo, eso no significa que hayan sido ignoradas. Él conoce todo (42:2) y lo más importante, te entiende y sigue amándote porque es un Dios compasivo que entiende nuestra humanidad (Salmos 103:8, 14).
- Quinto, hay una promesa que me consuela mientras atravieso una temporada así: "El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza" Salmos 34:18. Hazla tuya.
Oro porque sientas la presencia del Señor a tu lado en medio de tu prueba. Oro porque seas consolado AÚN cuando tus preguntas no sean respondidas. Oro porque conozcas al Señor más que nunca y como Job puedas afirmar:
"Yo hablaba lo que no entendía...De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven" Job 42: 3, 5.