viernes, 1 de junio de 2018

Temporada de Preguntas Sin Respuesta

He leído el libro de Job a consciencia y completito solamente dos veces en mi vida: Recién falleció mi papá y hace algunas semanas, pues estaba programado en el plan de lectura de mi iglesia. Debí haberlo leído en un mes, pero la verdad es que tardé más. 

La razón de ese retraso fue que "disfruté" de esos capítulos como nunca antes. Y con disfrutar me refiero a que lloré y lloré mientras los leía, mientras imaginaba las escenas que se narran, mientras entendía a la perfección las emociones de Job, mientras le ponía nombre a "mis amigos" (si, también tengo de esos), mientras recorría lo que parecía ser un listado de preguntas, reproches y cuestionamientos que Job me copió. Fue duro, hasta podría decir doloroso, leer sobre ese hombre y sentirme plenamente identificada con él.

La conclusión del libro es preciosa y esperanzadora. Muchos solo nos podemos la desgracia rotunda del inicio y la restauración del final...pero se nos olvida profundizar en todo lo que ocurrió en el medio. Debo decir que lo que más me impactó es que el libro termina y Job no recibió UNA sola respuesta a sus preguntas. Nada. Ni pío. 

Dios dio grandes lecciones a Job por supuesto, pero nunca reveló el por qué de Su soberana decisión de permitir que su siervo atravesara semejante prueba. Job terminó rindiéndose ante ese Dios grande a pesar de que sus preguntas no fueron respondidas.


Creo que todos los cristianos hemos vivido o viviremos temporadas así, cuando el peso de las pruebas nos derrumbará y no encontraremos sentido a lo que nos pasa...pero me llena de paz ver que el Señor no desechó a Job aún cuando le cuestionó (30:20-21), aún cuando llegó a sentirse abandonado al punto de desear no haber nacido (3:1-26). 

¿Dios escuchó todas las preguntas de Job? ¡Claro que sí! (38-41); sin embargo, cuando decidió hablarle no se las contestó, simplemente le recordó quién era Él y Job no pudo más que arrepentirse por su insolencia.


Si estás atravesando una temporada así, ten ánimo, no eres el único. 

- Primero, te recuerdo que precisamente por eso le llamamos 'temporada'; no durará para siempre (Hebreos 12:11).

- Segundo, te recuerdo que el mismo Dios Omnipotente y Soberano de Job es tu Dios; y su habilidad para controlar todo lo que te ocurre y cumplir Sus propósitos sigue intacta (Salmos 46:10, Jeremías 29:11). 

- Tercero, nuestro Señor es un experto restaurador y vindicador. Aunque no puedo prometerte que te dará exactamente el doble de todo lo que has perdido como lo hizo con Job (42:10), sí puedo asegurarte que se encargará de restaurar tu fe y tu relación con Él; porque eso es lo que a Él le importa más. 

- Cuarto, lo más probable es que el 99.99% de tus preguntas hechas con dolor y tristeza, no van a ser respondidas. Sin embargo, eso no significa que hayan sido ignoradas. Él conoce todo (42:2) y lo más importante, te entiende y sigue amándote porque es un Dios compasivo que entiende nuestra humanidad (Salmos 103:8, 14).

- Quinto, hay una promesa que me consuela mientras atravieso una temporada así: "El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza" Salmos 34:18. Hazla tuya.


Oro porque sientas la presencia del Señor a tu lado en medio de tu prueba. Oro porque seas consolado AÚN cuando tus preguntas no sean respondidas. Oro porque conozcas al Señor más que nunca y como Job puedas afirmar:


"Yo hablaba lo que no entendía...De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven" Job 42: 3, 5.