jueves, 19 de marzo de 2020

El Antes de la Cuarentena

Cuando salí de mi casa hacia el aeropuerto, jamás imaginé que esto iba a ocurrir y menos que pasaría tan rápido. 

Desde julio del año pasado, con un grupo de amigas de la iglesia, empezamos a orar para que Dios nos permitiera asistir a la conferencia de mujeres del ministerio "Aviva Nuestros Corazones" que se realizaría el 13 y 14 de marzo en Monterrey, Nuevo León, México. Empezamos a cotizar hospedaje, vuelos y cosas así.

Al final, fuimos solamente mi hermana y yo; y se nos unió una amiga que vive en ciudad de México. 

Debo decirles que no disfrutamos esos días. Nos sobrecogió la angustia por todo lo que estaba pasando en nuestro país. Pensamos en tomar un vuelo y volver de inmediato, o irnos a Guatemala a la casa de mi hermano o quedarnos en casa de nuestra amiga allá hasta que todo pasara y otras "soluciones" más. Pero en más de una ocasión el Señor nos hacía sentir que había sido Su voluntad llevarnos hasta allá y que debíamos asistir a ese evento.

Tomé el avión hacia Monterrey e iba orando en todo el camino. ¿Señor, valdrá la pena? ¿Por qué nos traes en medio de este torbellino? ¿Vamos a poder volver? ¿Qué va a pasar aquí que no iba a pasar en mi país?

Lo único que Dios me decía por diferentes medios era que ese fue Su plan, que nada de eso era sorpresa para Él y que Él había decidido llevarnos con un propósito. Simple. 


Puedo decirles que desde el minuto uno en ese lugar, Dios se encargó de confirmarme que Él quería que estuviera allí; lo cual me conmueve, porque Él decidió llevarme a recibir lo que tenía para mí.

Ese tiempo fue suficiente para ser confrontada, desafiada, exhortada, consolada, animada. Pero sobre todo, el Señor me llamó a salir de mi comodidad y cuestionó mi pasividad e independencia de Él.

El lema de la conferencia era "Arraigadas". Y mientras escuchaba a cada mujer y hombre de Dios que subían a la plataforma, la voz del Espíritu Santo me decía: "es necesario, tenés que echar raíces más sólidas, tenés que avanzar"....y yo lloraba y lloraba.


¿No podrías probarme de otra forma Señor? ¿Por qué una cuarentena? ¿Por qué sacarme de mi país? ¿No podrías darme la lección sin estar encerrada?

Hoy por hoy sigo teniendo muchas preguntas, sigo sin entender el "para qué" tras esta situación. Yo estuve sentada dos días enteros escuchando y sabedora de lo que iba a enfrentar. No había vuelta atrás; Dios me llevó hasta allá porque quería darme un enfoque antes de regresar...y sólo Él sabe porqué.

Luego, me rendí. Dejé de cuestionar, acepté que Él es el Soberano y como nos enseñaron allá, mi única respuesta debía ser "SÍ, SEÑOR".


Continuará...

4 comentarios:

  1. Me gusta leer sus publicaciones primero dios ya estarán en casa

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    1. Muchísimas gracias por leer. ¡Qué el Señor le bendiga!

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  2. Hola Dome, mi nombre es Mariana, en grupo de mujer verdadera me trajo hasta aquí y muchas gracias por compartirlo. Leer tu testimonio de la conferencia me ha dado mucho ánimo. Yo estuve ahí también y el Señor hablo amo corazón, yo estoy aquí en México, pero las cosas también están complicadas y cada día el Señor me fortalece con lo que me enseñó con todas ustedes, a decir Si Señor y mantenernos firmes y arraigadas en el. Dios te bendiga grandemente

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    1. Hola Mariana, lamento mucho responder hasta ahora. Por alguna razón no había leído su comentario. Espero que el Señor siga fortaleciéndole en estos tiempos de espera. Estamos para servirle. Sigamos diciendo Sí Señor!

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