domingo, 12 de enero de 2020

Las Flores Me Hablaron

Aprovechando las vacaciones de fin de año, visité a mi hermano y su familia. El lugar donde viven me encanta, pues hay suficiente espacio donde realizar actividad física y caminar es mi favorita, porque mientras lo hago suelo orar. Sin embargo, debido al clima frío de esos días, no pude salir como hubiese querido.

Pero hubo una mañana en la que mi necesidad por salir era grande. Ese día amanecí muy cargada, pensando en un montón de cosas que me llenan de ansiedad y tienen que ver con la provisión material. 

A medida hacía la primera parte del recorrido, escuchaba alabanzas y hablaba con el Señor y muy honestamente le preguntaba cómo le iba a hacer para ayudarme, le confesaba mis miedos en esa área y le oraba por una de Sus movidas milagrosas. Pero, como me pasa con frecuencia, no me detuve a escucharle lo suficiente, prácticamente hice de ese tiempo un monólogo.

Mientras caminaba de regreso, unas florecitas muy lindas llamaron mi atención, al punto que saqué mi teléfono y les tomé fotos. Seguí caminando y encontré otras por aquí y otras por allá. 

Soy tan torpe que no me daba cuenta, Dios estaba usando esas flores para hablarme. ¿Cómo no las noté si ya había pasado por allí? Creo que porque iba tan centrada en mí misma.

Llegué a un lugar adonde descansé y lo entendí. Parecía que las flores me hablaban:

"Míranos, nadie nos plantó. Sólo nacimos aquí. 
Míranos, sabemos que te encantan las flores.
Míranos, ¿verdad que tenemos colores hermosos?
Míranos, crecemos aún en medio de las piedras y la maleza.
Míranos, dependemos del Creador, sabemos que Él cuida de nosotras.
Míranos, ¿acaso no recuerdas lo que Su Palabra dice?
Míranos, vivimos poco, pero nuestra vida está en Sus manos.
Míranos, tú vales más que nosotras.
Míranos, puedes confiar en Él."

Está de más decir que me puse a llorar allí mismo. No había nadie más en medio de ese bosquecito; sólo Dios, las flores y yo.

¿Por qué soy tan carnal? ¿Por qué mi fe no es más fuerte y duradera? Fueron algunas preguntas que yo me hice después.

Sé que Dios planeó ese encuentro con las flores como un recordatorio concreto de Sus promesas. Ese día oré para que todo este 2020, cuando la preocupación material llegue, Él me recuerde a esas florecitas y lo que me dijeron.


Si has empezado este nuevo año con alguna situación económica que se sale de tus manos, te invito a que confiemos juntos en nuestro Creador, Sustentador, Proveedor y Padre; y ¿por qué no?, sal y mira las flores.


"No vivan pensando en qué van a comer, qué van a beber o qué ropa se van a poner. La vida no consiste solamente en comer, ni Dios creó el cuerpo sólo para que lo vistan...Aprendan de las flores que están en el campo. Ellas no trabajan para hacerse sus vestidos. Sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón se vistió tan bien como ellas, aunque tuvo muchas riquezas. Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven tan poco tiempo, ¿acaso no hará MÁS por ustedes? ¡Veo que todavía no han aprendido a confiar en Dios! Ya no se preocupen por lo que van a comer, o lo que van a beber, o por la ropa que se van a poner...Ustedes tienen como padre a Dios que está en el cielo, y Él sabe lo que ustedes necesitan." Mateo 6:25,28-32 TLA