miércoles, 31 de diciembre de 2014

2015: Las Cuatro Cosas Que Quiero Hacer Mientras Existas

He tenido la bendición de pasar mis vacaciones de fin de año con mis tres preciosos sobrinos. Las edades de ellos son: 7, 5 y 2 años y medio. Las anécdotas de estas tres semanas son infinitas. Pero pensando en mi último post del 2014, decidí que se trataría de ellos y más específicamente de lo que debo imitarles el próximo año...Aquí voy!

1. VIVIR EL DÍA DE HOY.
Si observas a un niño, raras veces se anda preocupando por lo que el día de mañana va a traer. Mis sobrinos se acuestan cada noche y no preguntan qué van a comer mañana, si va a haber dinero para pagar su casa, si tienen muchas obligaciones qué cumplir, si va a haber alguien que los cuide ni nada por el estilo. Ellos ponen su cabeza en la almohada y se duermen casi de inmediato. Despiertan cada mañana, listos para vivir sus 24 horas siguientes totalmente libres de afán. ¡Los envidio!

2. PERDONAR RÁPIDO.
Como buenos hermanos, ellos se pelean quinientas veces al día, sobre todo ahora que han estado de vacaciones. En ocasiones no les gusta compartir, a veces se burlan uno del otro, también se han agredido de alguna manera...lloran, ponen queja, se enojan con los demás...pero en cuestión de minutos, ellos ya están jugando juntos de nuevo. Sus padres les han enseñado a pedirse disculpas cuando dañan de alguna manera a otro y ellos lo practican muy bien.
3. EXPRESAR QUE AMAS A LOS QUE AMAS.
Mis hermanos y yo crecimos en un hogar donde no se decía "te amo" con frecuencia. Tampoco recibíamos afecto físico. Sin embargo, sé que mis padres nos amaban y lo expresaban de otras maneras. Pero gracias a Dios para mis sobrinos es súper natural decir "TE AMO". Si les decimos que los amamos, responden de inmediato que nos aman también.
Ellos pueden abrazarnos, besarnos, tomarnos la mano con afecto mientras vamos en el carro solo porque si...y nada de eso los avergüenza. ¡Qué fácil es para ellos!

4. CREER CON CERTEZA.
Por algo Jesús dijo que fuéramos como niños para entrar a Su reino. Mis sobrinos, y supongo que todos los niños, creen en todo lo que se les dice. No cuestionan, no piden explicaciones ni pruebas, no investigan si es cierto, no ponen límite de tiempo para convencerse...solamente creen.
Raquel, mi sobrina de 5 añitos cree firmemente que una tía abuela tiene 30 años!!  Lo asegura y nadie la puede  convencer que ella ya tiene unas cuantas décadas más de vida (jajaja)
Otro día, ella me vio un lunar rojo que tengo en mi cabeza y en son de broma le dije que la Abu-mi mamá- me había golpeado. ¿Saben lo que ella hizo? Fue directamente a reclamarle por haberme hecho eso. Me da mucha risa recordarlo. Tuve que explicarle que no era cierto, que es un lunar y que yo estaba bromeando (espero que me haya entendido!)
El hecho es que la facilidad con la que ellos creen sin dudar es algo que yo necesito para el resto de mi vida. Quiero creerle a Dios, quiero confiar en lo que me ha prometido, quiero vivir esperando que Él va a cumplirme.

Si lo piensas bien, ellos son personas más espirituales que nosotros, porque practican lo que Dios y Su palabra nos mandan: amar, perdonar, creer, no afanarnos...Estoy segura que necesito ser más como mis sobrinos. Estos cuatro elementos en sus vidas los hacen niños felices y bendecidos. Por eso quiero parecerme más a ellos..Y quiero recordar estas cuatro cosas con más frecuencia en el 2015.

¿Te unes a este propósito de Año Nuevo?


"Y dijo: -Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos" Mateo 18:3 DHH

"Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y Él les dará todo lo que necesiten" Mateo 6:33 NTV

miércoles, 24 de diciembre de 2014

Un Pequeño Mensaje de Navidad

Sé que en ésta época abundan los mensajes sobre esperanza, paz, armonía, nuevas metas, entre otros. Pero yo quiero compartir la historia que más me ha impactado en los últimos días.

Simeón, un hombre al que Dios llama justo y piadoso, tenía una gran carga por su nación. Amaba a su país y se dolía por ver el sufrimiento que ellos tenían. Sin embargo, Simeón, por su cercana relación con el Señor, estaba lleno del Espíritu Santo, y había recibido la promesa de que conocería al Mesías que liberaría a su pueblo.

La Biblia no especifica cuantos años este hombre esperó. Yo imagino que fueron muchos, pues los judíos en general esperaban por su libertador. 
¿Te imaginas? ¿Vivir años esperando una promesa? ¿Ser sostenido día a día tan solo por una palabra que Dios te dio? Quizá Simeón veía cómo las cosas iban empeorando en el aspecto político y económico para su nación y probablemente dudaba a medida envejecía y el Mesías no aparecía por ningún lado.
No se nos brindan mayores detalles del proceso de espera que este hombre vivió. Pero por su reacción al finalmente conocer al bebé Jesús, puedo confirmar que sus palabras salieron del corazón de una persona que estuvo aferrada a una esperanza por mucho tiempo:

"En ese tiempo había en Jerusalén un hombre llamado Simeón, que obedecía a Dios y lo amaba mucho. Vivía esperando que Dios libertara al pueblo de Israel. El Espíritu Santo estaba sobre Siméon, y le había dicho que no iba a morir sin ver antes al Mesías que Dios les había prometido. Ese día, el Espíritu Santo le ordenó a Simeón que fuera al templo. Cuando los padres de Jesús entraron en el templo con el niño, para cumplir lo que mandaba la ley, Simeón lo tomó en sus brazos y alabó a Dios diciendo: 
-Ahora, Dios mío, puedes dejarme morir en paz. ¡Ya cumpliste tu promesa! Con mis propios ojos he visto al Salvador, a quien tú enviaste y al que todos los pueblos verán. Él será una luz que alumbrará a todas las naciones, y será la honra de tu pueblo Israel" Lucas 2: 25-32 TLA

Creo que el Espíritu Santo inspiró a Lucas para que incluyera este detalle precioso en su libro. La cortísima historia de Simeón, uno de los pocos hombres que vivió por una promesa, pero que Dios quiso contárnosla justo para la época del nacimiento de Su hijo, la época de Navidad.

¿Hay algo que has estado esperando por mucho tiempo? ¿Semanas, meses, años? ¿Dios te dijo algo alguna vez y nada ha sucedido aún?
Pienso que no es casualidad que una historia como esta ocurriera justo en la época de Navidad. Hoy te recuerdo que no importa cuanto tiempo ha pasado, ni lo imposible que el cumplimiento de esa promesa parezca, Dios plasmó la experiencia de Simeón en Su Palabra para que sepamos que la Navidad es un tiempo de volver a creer, de recobrar esperanza, de seguir orando, de soñar con que nuestros ojos verán lo que tanto anhelamos cumplirse.

No dejes que el día de Navidad termine sin volver a aferrarte a las promesas que Dios alguna vez te dio. ¿Quién sabe? Tal vez esta sea la última Navidad antes de que tu respuesta llegue.


"Mas yo esperaré siempre, y te alabaré más y más..." Salmos 71:14 RV60

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Pequeñas Concesiones, Grandes Desastres

Hace unos meses descubrimos que un árbol estaba creciendo entre el muro de la casa de la vecina y nuestro muro. Observamos que era un tronco delgado y a primera vista no parecía tan complicado de extraer.

Hace unas semanas contratamos a alguien que sacaría ese árbol antes de que creciera más. Resulta que él rompió una parte de la pared, pero el tronco estaba enterrado más de lo que aparentaba. Se necesitó romper más pared de lo que se esperaba y descubrimos que el árbol tenía mediano tamaño y sus raíces estaban bien enterradas.
Finalmente el tronco fue cortado y arrancado y posteriormente la pared fue reparada.

No podemos explicar cómo llegó ese árbol ahí, ni sabemos quién lo sembró. El hombre que lo quitó me lo quiso aclarar en sus propias palabras: "ha de haber tenido un pequeño espacio y ahí creció"

                                                    ****
Recordé a esa amiga que acudió a mí, y cuya confianza agradezco, para contarme que su prometido se había involucrado con otra mujer. Las palabras no alcanzan para describir el dolor que vi en su rostro y que en cuestión de minutos empecé a sentir también.

De acuerdo a la versión de su novio, todo pasó sin darse cuenta. Esa compañera de trabajo sólo era alguien sin importancia, pero poco a poco conversaban de temas comunes, intercambiaban correos electrónicos no relacionados con el trabajo, comenzaron a chatear, la coquetería mutua se hizo presente, los almuerzos juntos se hicieron algo habitual ( Su prometido decía que eso no era pecado y no tenía nada de malo)...Al final, sólo fue cuestión de tiempo para que él olvidara que estaba comprometido y se involucró sexualmente con esa compañera. 

                                                      ****
Conozco a alguien que por su posición tenía acceso al efectivo de la empresa en la que laboraba. Empezó a endeudarse más de lo que podía manejar y la primera vez que necesitaba un poco de dinero para completar un pago, luchó mucho en su interior, pero finalmente decidió "tomar prestado" de la caja chica, prometiéndose reintegrar ese dinero en dos o tres días. En realidad no fueron más que unos cuantos dólares y como su juego resultó sin que nadie lo descubriera, lo hizo una y otra y otra vez, hasta que llegó a tomar cantidades grandes. Finalmente, esa persona fue despedida por pérdida de confianza.

                                                       ****

He visto luchar a personas que estimo mucho porque no pueden contra una adicción. Alcoholismo, Drogadicción, Pornografía, Apuestas, Adicción Sexual...Ninguno de ellos se convirtió en adicto de la noche a la mañana. Todo comenzó con una prueba, unos segundos, una invitación, una mirada...y de pronto, se volvió imparable. Un espiral sin fin del que reconocen, no pueden salir.


                                                        ****

Lo que todas estas historias tienen en común es que comenzaron con pequeñas concesiones. Nada de esto sucedió en unas horas, fueron procesos de semanas, meses o incluso años. Como ese señor me dijo, fue un "pequeño espacio..." 


Y es que el pecado es así, ya que muchos de nosotros huiríamos de él si se nos presenta en su estado más vivo, llega a nuestra vida de manera sutil, haciéndonos dar pequeños pasos aparentemente inofensivos, pero al final, cuando el desastre es inevitable, nos damos cuenta que todo comenzó con esas pequeñas concesiones.

Si reconoces que has dado pequeños espacios para que el pecado crezca en cualquier área de tu vida, pide ayuda, ríndele cuentas a alguien de tu confianza, no dejes que esa situación siga creciendo y cause daños irreparables.


"Así que, si alguno presume de mantenerse firme, esté alerta, no sea que caiga" 1 Corintios 10:12 BLP

"De estos malos deseos nace el pecado; y del pecado, cuando llega a su completo desarrollo, nace la muerte (espiritual)" Santiago 1:15 DHH

domingo, 7 de diciembre de 2014

Mis Confesiones: El Cumpleaños Que No Quería Que Llegara

Hoy es mi cumpleaños. Desde el día uno del mes entró en mí un sentimiento de nostalgia, un poquito de tristeza, pensamientos un tanto desanimantes, pues para esta edad específica yo planeaba muchas cosas diferentes a mi realidad actual.

Pero, en una semana Dios se ha encargado de hablarme de muchas formas y recordarme cosas que había olvidado y hoy quiero compartírselas.


LECCIÓN #1
A veces lo único que nos falta es tener la perspectiva correcta: Hace un par de días me reuní con un amigo de la adolescencia que está luchando con un cáncer muy agresivo (puedes leer más de su caso acá http://goo.gl/1q5T7P ). Fue una lección de vida. Reconozco que soy muy cobarde y aunque por mi mente pasaban cientos de cosas que quería decirle, no pude hacerlo. No logré dirigirme a él y completar una frase siquiera. Había un nudo permanente en mi garganta por verlo como le ví. Lo único que pude hacer fue abrazarle y decirle que lo queríamos. 

Esa noche cuando me despedí de él y su familia, no pude más que llorar y suplicarle al Señor un milagro. Además le pedí perdón a Dios por mi egocentrismo, por la superficialidad con la que vivo la mayor parte del tiempo y por mi falta de contentamiento con mis circunstancias presentes. ¿Saben qué? No necesito muchas cosas que yo creía que si. Cuando un ser amado está luchando por la vida, todo lo demás deja de ser importante. Por eso digo, a veces lo único que nos falta es tener una diferente perspectiva, la de Dios. Y yo recibí una dosis de ella justo cuando había un silencioso descontento dentro de mí.


LECCIÓN #2
Mi hermana pidió una foto de ella cuando niña. Mi mamá comenzó la búsqueda y sacó del baúl de los recuerdos cientos- literalmente cientos- de fotos impresas. Yo me contagié y pasé horas viéndolas todas.
Fue un ejercicio con emociones encontradas. Reviví momentos que abarcaban varios años de mi vida. Lloré como niña otra vez...Pero sobre todo, Dios me hizo recordar que cada miembro de mi familia llegó a este mundo para cumplir con un propósito específico: Su propósito.
Después de la muerte de mi papá, Dios puso una fuerte carga en mí para orar específicamente por mi familia y sus llamados personales.  Confieso que dejé de hacerlo por mucho tiempo. Y viendo esas fotos, se plantó de nuevo ese deseo en mí. 
También, con la evidencia de las mismas fotografías, puedo dar testimonio de la Fidelidad del Señor en mi vida. ¡Qué fácil olvidamos lo que Él hace!
¿Saben qué? Dios nunca me ha dejado. Desde que soy una bebé Él se ha mostrado con mi familia y nos ha prosperado y bendecido. De una familia desunida, muy imperfecta y pecadora, Él ha sacado siervos que bendicen a otros.
Puedo afirmar que Dios usó esas fotos para recordarme que Él cumple Sus promesas. Y que a pesar que muchas no se han cumplido aún, otro gran montón si, y eso es motivo suficiente para agradecerle y celebrar en un día como hoy.
LECCIÓN #3:
Soy amada: Algo bien simple; pero tan poderoso. Estoy rodeada de personas que me aceptan, me valoran y me aman. Este día, he celebrado con ellos. No son muchos, pero son los suficientes para saberme bendecida.
¿Cuántas personas no sienten que son amadas en el mundo en este instante? Estoy segura que muchísimas. Y yo tengo la bendición de estar rodeada de gente que me recuerda que si me aman.

LECCIÓN #4
Su Voluntad es mejor: Así de fácil. Lo concluí al recordar en esta semana nostálgica cada momento cuando viví mucho dolor y sufrimiento en el pasado...parecía que Dios se había vuelto insensible, pero con el tiempo, sin excepción, terminaba reconociendo que Su voluntad era la mejor alternativa.

Y aunque por hoy, siguen habiendo procesos de espera en mi vida, siguen presente varios signos de interrogación respecto a cosas del pasado...yo decido confiar.

Confío en Su plan maestro, confío en Su infabilidad, confío en Su fidelidad y confío en Su amor.


¿Qué cosas han traído inconformidad a tu vida recientemente? ¿Con qué situación actual no puedes tener contentamiento?
Si buscas un poquito, si escarbas más, si te lo propones, te aseguro que vas a encontrar demasiadas cosas por las cuales agradecerle a nuestro Papá. Aprende tus propias lecciones y sigue confiando en el Dios que no falla.

Quizá como yo, las fechas especiales te ponen nostálgico. Pero te invito a pedirle al Señor que te sorprenda. Te aseguro que no se hará esperar.

"Tengo vida, tengo Dueño y soy querida..." (El Milagro, Marcos Vidal)


"Tú fuiste quien formó todo mi cuerpo; Tú me formaste en el vientre de mi madre...No te fue oculto el desarrollo de mi cuerpo mientras yo era formado en lo secreto...Habías señalado los días de mi vida cuando aún no existía ninguno de ellos" Salmos 139:13, 15-16 DHH

"Antes de darte la vida, ya te había yo escogido; antes de que nacieras, ya te había yo apartado" Jeremías 1:5 DHH