domingo, 27 de septiembre de 2015

Si no está a la vista, no está en la mente...y menos en el corazón.

En mi colegio, desde hace cuatro años se estipuló que cuando los estudiantes lleguen a sexto grado pasarán por un filtro antes de ser admitidos en séptimo grado. Esta decisión se tomó debido a que lamentablemente no contamos con infraestructura suficiente para atender más de una sección por cada grado de Secundaria. Tanto los niños como los padres conocen de este filtro desde antes de inscribir a sus hijos, pues es importante que sepan a lo que se van a enfrentar.

En realidad todos los estudiantes-o al menos la mayoría- pasan por mucho estrés a medida que la fecha de resolución se acerca. Después de tres-de cuatro-períodos académicos, hacemos un ranking de promedios de todos los inscritos en sexto grado y los que quedan abajo reciben la mala noticia. En esta ocasión, fueron 10 chicos a los que les anunciamos que NO habían ganado el cupo para el 2016. 

A diferencia de otros años, esta vez, las reacciones de los niños no fueron tan dramáticas, al menos no visiblemente. Parece que lo tomaron con calma. Asumo que porque muy dentro saben que no se esforzaron lo suficiente. Mas bien han sido sus padres los que han respondido más afectados.


El día que las cartas de anuncio fueron entregadas, noté que una chica que SI había ganado su cupo estaba llorando mucho, y su mamá la abrazaba consolándola y le decía cosas al oído. Por un momento creí que nos habíamos equivocado y le habíamos dada la carta errónea. Así que sin dudarlo me acerqué a ellas y con cara de incertidumbre pregunté si todo estaba bien. La niña no podía hablar, así que su mamá me dijo: "Si, está llorando porque le digo que valió la pena todo el esfuerzo que hizo". Yo la abracé muy fuerte y la felicité (y dí gracias a Dios porque no le dimos la carta incorrecta...fiuf!)

Luego, la señora comenzó a contarme...Desde que comenzó el 2015, aún antes de iniciar las clases, la chica puso en la pared frente a su escritorio, sus peticiones y sus metas para este año. Ella sabía lo que le venía, que debía competir por ese cupo, pues deseaba quedarse en el colegio. Dice la mamá que cada vez que las cosas se ponían difíciles, su hija iba al escritorio y veía esa pared. Ese recordatorio era suficiente para sentarse a estudiar o a hacer las tareas lo mejor posible. Pasó 8 meses así. Se esforzó al máximo, empezó a ver los frutos, sus notas subieron, sus maestros comenzaron a notar su mejoría y hasta recibió algún reconocimiento en alguna asamblea de padres.

A mí se me llenaron los ojos de lágrimas también, mientras escuchaba a esa mamá contar orgullosa como su hija lo había hecho solo ella y Dios. La niña no dijo una sola palabra, solo lloraba. Y yo quedé gratamente sorprendida. Porque, ¿saben algo? Esa chica está en el colegio desde hace muchos años y nunca fue sobresaliente, creo que nunca había tenido los promedios que tiene ahora. Pero hizo algo, dio un paso de fe, fue valiente, se anticipó a lo que venía, tuvo todo el año esa visión frente a ella, recordaba a diario el objetivo, y se sacrificó solo Dios sabe cuántos días para lograrlo. Hizo su parte y dejó que el Señor hiciera la Suya.

Es curioso como mi estudiante se convirtió en ese instante en una maestra para mí. Me enseñó en unos minutos una lección práctica de fe y perseverancia. Porque si les soy honesta, hace ratos dejé de orar por muchas cosas que pedí en Enero. Dejé a medias muchas metas y proyectos para este año. No tengo idea cómo algunas cosas van a terminar y no me he esforzado lo suficiente para hacer que sucedan. Esa es la verdad, la cruda verdad.
Si te identificas conmigo, te animo a buscar tu propia forma de tener esa visión clara frente a ti cada día. Pon esas frases o esas fotos que simbolicen tu objetivo en tu espejo, en la puerta del clóset, en la pared de tu dormitorio, en la pantalla de tu computadora o en cualquier lugar que veas a diario. Eso te ayudará a orar, a dar pasos pequeños, a no desanimarte, a recordar promesas del Señor...pero sigue, no te desanimes, persevera, haz tu parte y observa cómo tu Padre hace la Suya.

Pon esos sueños en forma tangible frente a ti y aférrate a ellos a diario! No esperes el 1 de Enero para hacerlo, decídete, comienza hoy! El cumplimiento de ellos puede estar más cerca de lo que crees. Atrévete.


"Escribe la visión, y haz que resalte claramente en las tablillas, para que pueda leerse de corrido. Pues la visión se realizará en el tiempo señalado; marcha hacia su cumplimiento y no dejará de cumplirse. Aunque parezca tardar, espérala; porque sin falta vendrá" Habacuc 2:2-3 NVI

"Deja en manos de Dios todo lo que haces, y tus proyectos se harán realidad" Proverbios 16:3 TLA

sábado, 19 de septiembre de 2015

La Gente Paisaje

El Dr. Ralph W. Neighbour Jr, habla en su libro La Vida en el Reino, sobre un estudio sociológico que se realizó, en el que se determinó que los seres humanos, de manera inconsciente, clasificamos a los demás en tres grupos. Estos son:

- La Gente Persona: Son aquellos con los que hay un vínculo y son importantes para nosotros. Deseamos relacionarnos con ellos y les damos espacio en nuestra vida. Los vemos como nuestros iguales. Acá podríamos mencionar a nuestra familia, amigos cercanos y pareja.
- La Gente Máquina: Se trata de gente con la que no hay un vínculo afectivo importante, pero si son necesarios en nuestra vida. Conocemos sus nombres y quizá alguna información de sus vidas, pero nada más. Estamos hablando de la empleada doméstica, el mecánico, la señora de la tienda de tu vecindario, tu peluquero, etc. Todos ellos son necesarios, pero les encontramos remplazo rápidamente con alguien que cumpla la función que ellos tienen.

- La Gente Paisaje: A este grupo pertenecen aquellos cientos de personas que se cruzan en nuestro camino a diario y no son más que desconocidos. Algunos vecinos, el conductor que hizo alto al mismo tiempo que tú, los de la fila del supermercado, compañeros de trabajo con los que no tienes ninguna relación, el grupo que saludaste en el ascensor, etc. 


Esta clasificación me pareció muy interesante. Sobre todo porque me hizo reflexionar en dos sentidos. Primero, debo fijarme más en la gente a mi alrededor. Yo soy de las que cree que la gente que se cruza en mi camino no lo hace por mera casualidad. Creo que Dios nos las manda con un  propósito, Su propósito. Y depende de mí dejar huella, marcar sus vidas, dar buen testimonio y ofrecer mi ayuda si es necesario. 

En lo personal me da mucha pena admitir que yo tengo nula relación con mis vecinos. Tengo diez años de vivir en la misma casa y no conozco sus nombres, no sé dónde trabajan o si compartimos algún gusto. Simplemente, son gente paisaje para mí.

Lo segundo que reflexioné, es lo importante que es tener una comunidad, un grupo al que podamos decir que pertenecemos. Sobre todo los cristianos, no podemos pretender vivir la vida que Dios quiere que vivamos, siendo ermitaños, alejados de otros. Es triste que las iglesias estén llenas de gente que se limita a llegar a sentarse uno que otro domingo, pero que en la semana viven su vida sin apoyo ni amistad de otros miembros del cuerpo de Cristo. La vida cristiana se hizo para vivirla en asociación con otros. Jesús mismo, siendo el Hijo de Dios, se asoció con sus discípulos y buscó su apoyo aún hasta antes de morir, cuando fueron al Getsemaní.

¿Qué hay de ti? ¿Te estás fijando en la gente máquina y la gente paisaje en tu vida? Interésate más por ellos, pregunta sus nombres, dales una sonrisa, diles un "Dios le bendiga", reparte versículos de ánimo solo porque sí. Aunque sean personas que no volverás a ver, puedes dejar una marca. Tú no sabes lo que Dios puede hacer en ellos con un solo gesto tuyo.

También te animo a integrarte. No luches solo. No busques la perfección porque no vas a hallarla. Rodéate de otros cristianos imperfectos como tú y pon tu mirada en el Señor, no en ellos. Deja de posponer esta decisión. Busca un grupo, congrégate en una célula, involúcrate en un ministerio, ten más amigos, comparte tus problemas con otros...pero haz algo!

Dios nos ve a todos como gente persona...empecemos a vernos unos a otros de la misma manera.


"Ayúdense entre sí a soportar las cargas, y de esa manera cumplirán la ley de Cristo. Si alguien se cree ser algo, cuando no es nada, a sí mismo se engaña. Cada uno debe juzgar su propia conducta, y si ha de sentirse orgulloso, que lo sea respecto de sí mismo y no respecto de los demás" Gálatas 6:2-4

"Nuestro cuerpo tiene muchas partes, pero todas esas partes forman un solo cuerpo. Lo mismo sucede con Cristo: ya sea judíos o no, esclavos o libres, todos hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar parte de un solo cuerpo; a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu" 1 Corintios 12:12-13 PDT

sábado, 12 de septiembre de 2015

Tomando una caminata a solas hacia el pecado. El Caso Ashley Madison.

Esta semana quedé muy afectada al leer la noticia de un pastor bautista de Nueva Orleans, John Gibson, que decidió suicidarse después de que se revelara el escándalo de ese sitio web de citas llamado Ashley Madison. 

Si no conoces el caso, este lugar ofrecía la oportunidad de que contactaras amantes ocasionales. Concertabas una cita y tenías tu "affair" sin dañar a nadie. Ofrecían confidencialidad extrema. Se dice que sus clientes eran ya millones en todo el mundo. Pero el mes pasado las medidas de seguridad fallaron y unos hackers robaron la base de datos de muchos clientes y publicaron correos electrónicos y nombres en un sitio web. Bastaba con que dieras un click y buscaras el nombre de tu pareja para saber si habías sido engañado.

Lo curioso es que nadie de la familia del pastor sabía nada. Recién se enteraron al leer la nota suicida que él dejó. Su esposa encontró esa nota y el cuerpo de su esposo. ¿Te imaginas esa escena?


                       (Ashley Madison. La vida es corta. Ten una aventura)  

Traté de imaginar las luchas enormes que ese pastor tuvo. Primero, cuando decidió hacerse cliente de ese lugar, luego, cuando tuvo esos encuentros con mujeres desconocidas. ¿Qué mentiras habrá inventado para ausentarse de casa? 
Después, imagino la enorme angustia que vivió cuando explotó la bomba y se supo que habían robado los datos de Ashley Madison. Quizás el mismo entró a ese sitio web a verificar si su cuenta de correo o su nombre estaban en la base abierta al público. Ha de haber pasado días y noches terribles, peleando por encontrar una salida. Sólo soportó 4 días y su salida fue la que todos hoy conocemos.

¿Por qué? ¿Qué lo llevó a esa decisión? ¿Por qué no buscó ayuda? ¿Por qué no pidió hablar con su líder o pastor? ¿Por qué no se sinceró con su esposa? ¿Por qué no confesó?

Yo me hacía todas esas preguntas el día que leí de ese caso. Y si bien es cierto que no voy a conocer todas las respuestas, algo sí sé, y es que este pastor decidió luchar solo. Le dio poder al pecado con su silencio. Quizás tenía años luchando con la pornografía y la adicción sexual y por ello no pudo resistir la tentación de hacerse cliente de ese sitio web. Quizás no conoció la Gracia de Dios en su iglesia y con sus hermanos de la fe. Quizás predicó de ella muchas veces, pero nunca la recibió.

De otra cosa que estoy segura es que el Espíritu Santo no lo abandonó. Sé que Su voz siempre estuvo ahí hablándole, tratando de llamar su atención, tratando de redargüir su pecado. Sé que este hombre no pudo dormir muchas noches, pues tenía al lado a su esposa y él no tenía paz por fallarle en lo oculto. El Señor es así, nos invita a ponernos a cuenta, nos llama constantemente a recibir Su gracia, nos ofrece romper con el dominio del pecado si pedimos ayuda. Y sé que el pastor Gibson no fue la excepción.

La esposa del pastor dijo en sus declaraciones "NO CAMINES SOLO". Me impresionó. Eso resume la historia trágica de su esposo. Él caminó solo, creyó que lo controlaba todo, creyó que estaba pecando bien, si eso es posible. 

Reflexionemos. ¿Estamos caminando solos? En lo personal agradezco a Dios por mi iglesia, pues nos han enseñado la importancia de confesar tus luchas, nos han cubierto de Gracia cada vez que lo hemos necesitado y nos ofrecen hasta grupos de apoyo dependiendo de la lucha que tengas en tu vida.

Yo no puedo juzgar a John Gibson. Yo también peco, sólo que de otra forma, pero soy pecadora igual que él. Todos lo somos. Pero me duele muchísimo que él no haya tenido el valor de confesar su falla y se haya creído imperdonable. 

Que esto nos sirva a todos. Primero, para ya no caminar solos y elegir abrir la boca y el corazón, buscando ponernos a cuenta con Dios y con un cristiano maduro de confianza, que pueda ser nuestro padrino o madrina. Segundo, para no convertirnos en jueces y verdugos de nuestros hermanos que caen. No podemos apoyarnos en legalismos sin darle oportunidad al que ha fallado para restaurarse. Seamos portadores de Gracia y no dejemos que ellos caminen solos. 

Yo sé que lo sabes, el pecado puede costarte la vida literalmente, quítale el poder que ha ganado y ya no camines solo. Abre la boca, pide ayuda, confiesa, ponte a cuentas, acepta la restauración y la libertad. Caminemos juntos.


"Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto-dice el Señor-. Aunque sus pecados sean como la escarlata, Yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, Yo los haré tan blancos como la lana" Isaías 1:18 NTV

"Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la Gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos Su misericordia y encontraremos la Gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos" Hebreos 4:16 NTV

"Por eso, confiésense unos a otros sus pecados, y oren unos por otros, para que sean sanados. La oración del justo es poderosa y eficaz" Santiago 5:16 NVI

domingo, 6 de septiembre de 2015

"Juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro"...¿En serio?

"Yo no me doy por vencido, yo quiero un mundo contigo, juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro, una señal del destino...no me canso, no me rindo, no me doy por vencido"

Así dice el coro de una canción muy popular. Famosa por su romanticismo y por animarnos a luchar por el verdadero amor. No importa cuánto tengamos que esperar o sufrir, vale la pena esperar aunque sea UN suspiro de ese ser amado.


Hace unos días recordaba con una amiga los años de adolescencia, cuando todo lo haces con gran pasión, cuando te ciegas a creer determinadas cosas y ningún argumento te hace cambiar de opinión. Inevitablemente empezamos a recordar esas canciones tan de moda en nuestra época. Pasé con algunas de ellas rondando en mi cabeza hasta el siguiente día y empecé a prestarle atención a las letras. Me dí cuenta de cuántas canciones están llenas de mensajes equivocados que nos convencen que sufrir trae recompensa, que si eres perserverante vas a conseguir que ese hombre o mujer te amen, que el amor real espera no importando nada.
Yo misma he tarareado y a veces hasta gritado una que otra de esas canciones...pero...un momento...¿de verdad creo eso? ¿en serio estoy dispuesta a sufrir y a llorar así?

No me malentiendas, no estoy dando un mensaje feminista, estoy hablando de lo fácil que es dejar entrar a nuestras mentes mensajes tan erróneos y tan lejos de la Palabra de Dios, que poco a poco minan nuestras emociones, temperamento, sentimientos y pensamientos.



"Tú la misma de ayer, la incondicional, la QUE NO ESPERA NADA, tú, la que no supe amar, no sé por qué..."

"No sé si seguiremos siendo como hoy, no sé si después de amanecer vamos a sentir la misma sed para pensar y suponer, no preguntes cosas que no sé..."

"No me he querido ir, para ver SI ALGÚN DÍA que tú quieras volver, me encuentres todavía..."

"Así se disfraza el amor para su conveniencia, ACEPTANDO TODO SIN HACER PREGUNTAS, y dejando al tiempo la estocada a muerte..."

"Mis días sin ti son tan oscuros, tan largos, tan grises, mis días sin ti. Mis días sin ti son tan absurdos, tan agrios, tan duros, mis días sin ti..."

"Y que entre el cielo y tú, yo me quedo contigo" (!!!!)

"De qué me sirve la vida, si no la vivo contigo, de qué me sirve la esperanza, si es lo último que muere y sin ti ya la he perdido"


Estas son sólo algunas frases extraídas de canciones que muchos hemos escuchado y hasta contamos como nuestras favoritas.
Te invito a filtrar todo lo que ves y escuchas. Cuestiona si tu espíritu está siendo edificado. Si una canción no te ayuda a salir de la depresión, o a superar esa ruptura amorosa, o a pensar con pureza, definitivamente no estás siendo sabio al escucharla.

¿Crees que es la voluntad del Señor que sufras eternamente por una persona que no te valoró? ¿Dios desea que veas pasar tu vida esperando, aunque sea con una esperanza mínima, que alguien por fin te corresponda o vuelva contigo? ¿Valdrá la pena llorar al escuchar este tipo de cosas en vez de llorar en la presencia de tu Padre? ¿Son esos los planes del Señor para ti? 

No lo creo.

Sus planes para ti, son de bienestar y no de calamidad. Su Palabra declara miles de cosas buenas sobre ti. Fuiste hecho para marcar la diferencia, no para atascarte en un hoyo de tu vida por siempre. Es tiempo de sacudirte del pasado, deja de dar entrada a esas canciones, pláticas, hábitos, amistades, que no son lo mejor de Dios para ti. Es tiempo de avanzar.

La mejor historia de amor no se encuentra en una canción; fue escrita con sangre en una Cruz, justo en la cima del Calvario.


"Dedicarle canciones al corazón afligido es como echarle vinagre a una herida o como andar desabrigado en un día de frío" Proverbios 25:20 NVI

"Todo está permitido"-dicen algunos-. Si, pero no todo es conveniente. Y aunque "todo esté permitido", no todo ayuda al provecho espiritual" 1 Corintios 10:23 BLP