Trabajo
en un colegio, con niños de 7 a 12 años. Casi cada día al interactuar
con ellos, me divierto de sus ocurrencias o comentarios. Y muchas veces
me han dado lecciones sin saberlo.
Ahora,
durante uno de los recesos, encontré a un chico de 2º grado, Fernando
(a quién conozco desde que estaba en la panza de su mamá), y ví que
estaba parado afuera de la oficina mientras todos sus amigos jugaban o
comían.
Le dije sarcásticamente:
-¿Está aquí por bien portado?
Él sólo bajó su cabeza con pena y me dijo:
- No miss, estoy aquí por lo contrario.
En
el momento sonreí y pensé que él aún no entendía de sarcasmo. Pero
luego, medité en su reacción y realmente me conmovió. Por algo la Biblia
dice que debemos tener el corazón como un niño. Fernando se apenó
conmigo, por ser una de sus autoridades, y no se justificó, no le echó
la culpa a nadie más, simplemente admitió frente a mí que se había
portado mal.
Pienso
en cuántas veces corremos lejos de Dios, guardamos silencio y no le
buscamos, porque hemos fallado, porque la culpa o la vergüenza nos han
sobrepasado y creemos que no tenemos la solvencia moral para llegar a
Dios o pedirle algo.
Al
final, la verdad es que Dios ya lo sabe todo, conoce en detalle lo que
somos, hacemos, decimos, etc. Es tan fácil como llegar y decir "la regué", "lo siento".
Dicen que los niños siempre dicen la verdad...De eso se trata, ir a Dios y solamente decir la verdad de quiénes somos.
"Les aseguro que si ustedes no cambian y se vuelven como niños, no entrarán en el reino de los cielos. El más importante en el reino de los cielos es el que se humilla y se vuelve como este niño." Mateo 18:3-4 (DHH)
miércoles, 29 de mayo de 2013
martes, 28 de mayo de 2013
Déjalo Ir!
Recuerdo que durante mi niñez, en mi casa había un cuadro sencillo, que tenia la imagen de unas aves que volaban y abajo una leyenda que decía: "Si amas algo, déjalo libre, si regresa, es tuyo, sino, nunca lo fue"
Lo leí miles de veces, pero jamás adquirió un verdadero significado para mí. Ahora, varios años después, entiendo lo que esa frase quiere decir.
Y es que se nos enseña que hay que luchar por lo que uno quiere, por tus sueños, anhelos, etc. Pero nunca nadie te prepara para saber discernir entre lo que Dios quiere y nosotros queremos. En ocasiones en la vida nos topamos con un callejón sin salida. Parece que Dios te lleva a ese punto para que decidas si vas a seguir aferrado a lo que tú quieres o vas a elegir lo que Él quiere.
De eso se trata la FE supongo. Aunque estés en el callejón sin salida, contra una pared que no te deja ver qué hay más allá, pero con Dios a tu lado, pidiéndote que confíes en Él lo suficiente como para dejar ir lo que tienes, creyendo que lo que está al otro lado de esa pared es mejor que lo que tienes ahora.
Lo ideal sería que soltemos "eso" (llámale como quieras: una persona, un trabajo, un resentimiento, un error del pasado) voluntariamente. Pero lo cierto es que la mayoría de nosotros nos vemos forzados a hacerlo. La reacción inicial es querer tomarlo de nuevo, llorar, hacer berrinche, preguntar "¿por qué?", decir "no es justo", etc. Sin embargo, Dios es de esos papás que siempre se compadece, y al final no le importa si lo hiciste por voluntad propia o porque Él intervino, lo importante es que Él cumplirá Su propósito en ti, y ahora que ya tienes las manos libres por lo que soltaste, va a preparar tu corazón y tu mente, para entregarte lo que tiene reservado para ti. Lo "mejor", Su plan, Su voluntad.
No sé tú, pero yo estoy en ese proceso. Déjando ir, moviendo a diario mi mirada y mi corazón de lo que dejé ir, para ponerlos en Aquel que me tiene mejores cosas preparadas. No tengo nada garantizado, por ahora no tengo idea de lo que hay tras esa pared de mi callejón sin salida, solo me queda la FE, esa pequeña fuerza interna que me motiva a confiar y creer que Sus promesas son verdad y que Su Plan es mejor que el mío.
Sea lo que sea a lo que estés aferrado. Confía. Hay algo mejor tras esa pared. Sólo déjalo ir.
"Por que Yo sé los pensamientos y planes que tengo para ustedes, dice el Señor, pensamientos y planes para su bienestar y paz, y no para su mal, para darles esperanza como resultado final" Jeremías 29:11 (AMP-Traducción personal)
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