sábado, 18 de julio de 2020

Cuarentena Parte 6: Hacer Memoria

                                                       
                                                                                                                                           ¿Desechará el Señor para siempre, 
   y no volverá más a sernos propicio?
¿Ha cesado para siempre Su misericordia? 
¿Se ha acabado perpetuamente Su promesa?
¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? 
¿Ha encerrado con iras Sus piedades? Salmo 77:7-9

Estoy segura que todos hemos enfrentado aunque sea un momento de preocupación, incertidumbre, impotencia o angustia durante estos meses de pandemia. Supongo que es normal, al estar viviendo una situación desconocida para esta humanidad.

Tengo un grupo de amigas cercanas, con las que coincidimos en que hemos pasado días complicados de vez en cuando. Yo les he compartido a ellas que estos meses para mí han sido como vivir en los Salmos. Puedo irme a dormir con una gran paz y despertar en la madrugada con una presión en el pecho. O puedo empezar el día con mucha tranquilidad y de repente recibir un mensaje de alguien que necesita oración urgente y empiezo a temer lo peor. Parezco el rey David o cualquiera de los salmistas, que experimentaban esos cambios abruptos de emociones y pensamientos.

Precisamente debido a esa montaña rusa de emociones he estado leyendo los Salmos. Hace poco me detuve en el 77, pues algunos comentaristas bíblicos le llaman "una cura para la depresión" (Trata de leerlo completo para que entiendas de lo que te hablo). Pude identificarme casi con cada cosa que el escritor decía, pero al llegar al verso 10, como es usual en los Salmos, el discurso da un giro:

Dije: Enfermedad mía es esta. 
Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.
Me acordaré de las obras de JAH; 
sí, haré memoria de Tus maravillas antiguas.
Meditaré en todas Tus obras,  
y hablaré de Tus hechos. vv. 10-12

¿Qué debo hacer cuando me sienta como el autor se sentía al inicio de ese capítulo?

1. Hacer memoria (vv.10 y 11), acordarme de las cosas que la diestra del Altísimo (término que exalta Su poder) ha hecho por mí en el pasado. ¿Cuántas veces hizo algo imposible? ¿De cuántos peligros me ha librado? ¿Cuántas peticiones respondió? Y sobre todo, ¿cómo cambió mi vida cuando me salvó?

2. Meditar en Sus obras (v.12 a). Implica ir más profundo que solo recordar. Meditar quiere decir pensar con detenimiento, contemplar, analizar sin prisa, pensar una y otra vez. 

Muchas veces no he meditado en las maravillas que el Señor ha hecho conmigo. Fácilmente tiendo a mirar todo lo malo en el presente y lo negro que se ve el futuro; y olvido recordarle a mi alma que Su Dios le ha cuidado y sostenido en el pasado; y que ese Dios no cambia.

3. Hablar de Sus hechos (v. 12b). ¿Se han fijado como todo el mundo habla del tema del momento? ¿Por qué ocurre? Porque es lo que todos andamos en la mente.

Lo mismo pasa con Sus hechos poderosos del pasado; cuando hemos meditado en ellos y los andamos en nuestra mente de forma constante, con naturalidad hablaremos de ellos. Pero nuestra boca difícilmente contará Sus maravillas si nuestra mente y corazón no las tienen presentes.



Mientras meditaba en ese Salmo, empecé a escribir muchas de aquellas cosas que el Señor ha hecho por mí y por mi familia y sé que me quedé corta. Cada cosa que recordaba era una evidencia de Su poder ilimitado, de Su amor, de Su misericordia y de Su fidelidad...Entonces ¿por qué voy a dudar ahora?

La pandemia no hace a mi Dios menos poderoso o menos bueno, Él es constante, inmutable (Santiago 1:17) y fiel por la eternidad (2 Timoteo 2:13). 


Asaf, también escribió el Salmo 78 y nos dice cuál es el propósito de recordar todo lo que nuestro Dios ha hecho antes:

"Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos. A fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios" Salmo 78:6-7

¿Te está costando confiar en esta temporada? ¡Haz memoria y medita en lo que Él ya hizo! ¡y confía en que lo volverá a hacer!


"Bendice alma mía a Jehová y no olvides ninguno de Sus beneficios" Salmo 103:2

"Cuando mi alma desfallecía en mí, me acordé de Jehová, y mi oración llegó hasta Ti en Tu santo templo" Jonás 2:7

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