viernes, 21 de noviembre de 2014

Cerrando Círculos

Una de las cosas que más me gusta de mi trabajo es que hay oportunidad de nuevos comienzos. 

El año escolar termina y por muy malo que haya sido, el hecho de que haya una clausura o graduación, nos da a todos un cierre. Padres de familia, maestros, estudiantes...todos sabemos que el año terminó y comenzamos a pensar en el próximo.

He visto muchos casos de chicos que tuvieron un año escolar difícil y al siguiente superan sus deficiencias y nadie se acuerda de lo mal que la pasaron antes. He tenido relaciones tensas con algunos papás y mamás por situaciones de sus hijos y temo que las cosas van a seguir así para siempre, pero al año siguiente, toda esa tensión desaparece y la relación mejora. También he apoyado a maestras que tuvieron un grupo complicado cierto año, pero al siguiente, comienzan de nuevo con otro grupo y les va de maravilla. He cometido errores en mi trabajo que gracias a Dios puedo corregir al año próximo...La verdad es que mi profesión, a diferencia de otras, ofrece esa bendición de cerrar capítulos y comenzar de nuevo.
Creo que a todos los seres humanos nos hace bien cerrar ciclos en nuestras vidas. Conozco personas que pasaron años rehusándose a dejar atrás algo o alguien del pasado y perdieron tiempo valiosísimo. He conversado con algunos que reconocen que frenaron muchas bendiciones por estar aferrados a cosas que ocurrieron tiempo atrás y ahora lo lamentan.

También creo que nuestro Dios está a favor de cerrar círculos. Él mismo nos dice que Sus misericordias son nuevas CADA mañana. Es como si nos recordara que no importa lo pésimo que haya sido el día anterior, podemos tener nuevos comienzos con Él. 

Para algunas personas cerrar ciclos implica cambiar número telefónico, hacer algo que nunca han hecho, buscar independencia económica, cambiar de trabajo, bloquear a un contacto, mudarse, perdonar, escribir una carta, hacer una llamada, cerrar sus redes sociales, terminar una relación, dejar ir unos globos al cielo, etc, etc. 

No desperdicies tu tiempo y los planes de Dios para tu vida encerrado en un círculo al que no quieres darle cierre. Sé que dentro de ti sabes que es tiempo de acabar con eso. Comprendo que puede haber mucho dolor implicado, sé que puedes estar lleno de miedo o incluso sentirte cómodo viviendo así...pero confía en tu Padre Celestial y su capacidad para crear futuros asombrosos tras pasados desastrosos.
No te rehúses. Da ese click, borra ese número, vete de ese lugar, no contestes esa llamada...da ese paso definitivo...es tiempo de cerrar ese círculo de tu vida.

El nuevo ciclo que comenzarás a vivir vale la pena para que te arriesgues.


"El gran amor del Señor nunca se acaba y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades: ¡muy grande es su fidelidad!" Lamentaciones 3:22-23 NVI

"Pues estoy a punto de hacer algo nuevo...." Isaías 43:19 NTV

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