Mi trabajo me permite conocer de cierta manera las luchas que algunas familias enfrentan. Me toca reunirme con algunos padres y tenemos que abordar situaciones de sus hijos, en donde muchas veces salen a la luz las cargas que ellos como padres tienen.
La semana pasada fue "pesada" en ese sentido. No sé por qué, pero se me juntaron varias reuniones delicadas. Cuando hay reuniones de ese tipo, mi energía se drena. Termino agotada, con ganas de irme a mi casa o de estar sola y sintiendo una gran carga emocional.
Dos madres lloraron en mi oficina. Con sus hijos al lado, no pudieron contenerse. Pero digamos que eso es algo común, casi algo que espero que ocurra. Pero ver llorar a un hombre grandote, fuerte, de personalidad dominante, que con su sola voz pone quieto a cualquiera...eso me quebró. No tienen idea del momento tan conmovedor que viví. Allí, sólo era un padre frustrado y lleno de impotencia por las cosas que su hijo hace.
También durante la semana anterior, una estudiante de mi colegio huyó de su casa (contaré más detalles en el futuro, si es prudente hacerlo). Por designios del Señor, fui la encargada de llamarle a la mamá para avisarle que su hija había aparecido. Aún recuerdo los gritos y llanto mezclados en el otro lado de la linea. Ella sólo repetía "Gloria a Dios! Gloria a Dios!" Y yo, que soy una llorona de primera, no pude más que llorar también. Supe que independientemente de los errores que como mamá puede tener, estaba angustiada, imaginando lo peor, sufriendo las horas más espantosas de su vida. Yo no soy quien para juzgar la crianza que ha dado a su hija. En ese momento, ella era sólo una mamá desesperada por encontrar a una parte de su vida.
Por eso, quise escribir a todos ustedes que son padres. Estoy rodeada de muchísimos de su especie. Pero sé que este mensaje va a llegar incluso a gente que no conozco.
Independientemente si eres primerizo y tienes a un bebecito en tus brazos. o si eres padre/madre de niños en edad escolar, o si estás batallando con adolescentes que parecen de otro planeta, Dios te ESCOGIÓ para concebir y traer al mundo a esos chicos. Deja de pensar que esta labor es muy grande para ti, Él QUISO que esos niños te llamaran papá/mamá.
Está bien que te equivoques, está bien que no tengas todas las respuestas, está bien que hayan momentos en los que simplemente no sabes qué más hacer, está bien vivir momentos de sentirse frustrado, está bien que hayan días en que sólo quieras tiempo para ti, está bien que se agote la paciencia ocasionalmente (o más seguido que eso!) Aunque eres el padre PERFECTO/la madre PERFECTA para tus hijos, eso no significa que seas un ser humano perfecto. Estás lleno de pecado y de errores, y aún así Dios sigue pensando que Su decisión fue la mejor.
Quiero decirte que por complicadas que estén las cosas con tus hijos, tu labor más importante es la de ORAR a diario por ellos. Sé que es algo que no debo recordarles, porque cada papá/mamá lo hace de forma natural, ya que quieren lo mejor para ellos. Pero creo que es fundamental tener una vida de oración. Yo sé que el Señor escucha con atención cada oración que haces por tus hijos, pero tener una vida de oración consistente, te vuelve un intercesor, y sin duda eso es lo que más necesitan nuestros chicos en el mundo de hoy: alguien que se ponga en la brecha y reclame sus vidas para el Señor con todo su ser. ¿Quién mejor para hacer eso que ustedes?
Si has llegado a un punto en tu paternidad/maternidad en el que sientes que has cometido muchos errores, quiero pedirte en el Nombre del Señor que botes la culpa. Perdónate. Deja de recriminarte por las fallas cometidas.
Aún si piensas que no hay vuelta atrás con tus hijos, no los des por perdidos. Sigue siendo firme en imponer disciplina, pero también sigue clamando, sigue creyendo. Los planes de Dios siguen siendo buenos para ellos. Tu oración sigue siendo poderosa. Él aún puede transformarles, Él aún puede traer restauración en tu relación con ellos, Él aún puede darles un nuevo comienzo.
Y si esta labor de ser padre/madre se pone cuesta arriba a veces, asóciate con otros padres que luchan como tú. Hay gran poder en la comunidad. Aprende de las batallas y las victorias de otros padres. Dense ánimo mutuamente, oren juntos, verás que no eres el único que se siente perdido a veces.
Disculpen si una soltera inexperta en la maternidad les escribe. Pero la necesidad por decirles todo esto era muy grande. Mi oración es que el Señor les renueve las fuerzas a los papás/las mamás que están agotados, oro porque Dios refresque Su visión para sus familias, oro porque no decaiga su deseo de orar y de tener una íntima relación con el Señor, para que sus demás relaciones sean sanas también, oro porque llegue la inspiración divina y reciban sabiduría e ideas nuevas para la crianza diaria de sus hijos, oro porque empiecen a ver pequeños avances en aquellas cosas que les preocupan respecto a sus chicos, oro porque en la presencia del Señor reciban el consuelo, la paz, el perdón y la fortaleza que necesitan como padres.
¡Ánimo! ¡Fuiste escogido por el Padre para ser papá/mamá de esos niños! ¡Si puedes hacerlo! ¡No te desalientes! Sólo asegúrate de ir a Tu Papá a diario para que te enseñe a ser papá/mamá.
Un abrazo fraterno para cada uno de ustedes.
Dome
"Apréndete de memoria todas las enseñanzas que hoy te he dado, y repítelas a tus hijos a todas horas y en todo lugar: cuando estés en tu casa o en el camino, y cuando te levantes o cuando te acuestes" Deuteronomio 6:6-7 TLA
"Nada me alegra más que saber que mis hijos obedecen siempre a la verdad que Dios nos ha enseñado" 3 Juan 1:4 TLA (Palabras de Juan a Gayo, su hijo espiritual)
"Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y denles enseñanzas cristianas" Efesios 6:4 TLA
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