miércoles, 28 de febrero de 2018

Honrando La Confianza Del Hermano Que Sufre

En las últimas semanas he coincidido con varias personas que están atravesando pruebas difíciles. A mi alrededor hay diagnósticos médicos inesperados, infidelidad, divorcio, aflicciones económicas, etc.

Es natural que cuando enfrentamos pruebas tan duras busquemos ayuda. De hecho, es saludable y bíblico que lo hagamos ("¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor" Santiago 5:14). Pero me he entristecido al darme cuenta que a veces, quizás sin percatarnos, manejamos mal la confianza que el amigo o hermano en la fe nos ha tenido.

No sé si es la cultura de mi país o peor aún, de las iglesias; pero he descubierto que cuando alguien nos comparte una prueba dolorosa, no cuidamos con amor ese "secreto". Parece que nos sentimos con derecho de comentar con otros la situación del que sufre. Pienso que aún cuando hayan dos personas que sepan de ese problema, no es leal que comenten entre ellos al respecto; mucho menos que se comente con alguien que no está ni enterado.

¿Por qué creemos que tenemos permiso de contarle a terceros lo que alguien-amigo, familia, hermano en Cristo- nos ha confiado? ¿No crees que esa persona debería ELEGIR con quién hablar? (Y si te eligió, deberías sentirte honrado!!) ¿En qué mejorará la situación de ellos si lo comentamos con más gente? ¿No sería más sabio y amoroso dedicarte a orar por esa persona y su prueba?

Yo misma he fallado en este tema. No fue hasta uno de estos días que me dí cuenta que he caído en este error muchas veces. Pero ahora, que me ha tocado estar del otro lado, sé lo que se siente.

Considero que la prueba del prójimo es suficientemente dolorosa-y muchas veces, vergonzosa-como para añadirle pizcas de chisme o murmuración.

"El chismoso revela secretos; el que es digno de confianza guarda el secreto." Proverbios 11:13


Créeme, hay pruebas que apenas te dejan fuerzas para levantarte cada mañana y enfrentar tu rutina, y en muchas ocasiones hay luchas hasta para confiar en alguien; y no es agradable ni edificante saber que tu vida se anda comentando en un círculo de amigos o en la iglesia.

Sé que podemos tener las mejores intenciones al compartir la situación del hermano con otros, sé que quizás queramos más apoyo en oración o guía para aconsejarle mejor...pero antes de abrir nuestra boca, deberíamos preguntarnos si nuestro amigo o hermano que sufre desearía que esa otra persona esté enterada de su situación.


Si conoces a alguien que está atravesando una dura prueba actualmente y ha tenido la confianza de abrir su corazón contigo, honra esa confianza. Asegúrate de darle la seguridad de que puede apoyarse en ti. Y si la situación requiere la intervención de algún líder o pastor (casos de maltrato, adicciones, etc), pídele permiso para comentarlo.

"Lo que hace atractiva a una persona en su lealtad" Proverbios 19:22



Que el Señor nos ayude a ser cristianos confiables, que cuidan amorosamente al que sufre y honran con lealtad a los que buscan nuestra ayuda.


"Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo" Gálatas 6:2 

"No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la necesidad (del momento), para que imparta gracia a los que escuchan." Efesios 4:29 (LBLA)

2 comentarios:

  1. Excelente!!! como siempre!, cuánta necesidad hay de confidencialidad en las iglesias. Muchos hemos sido dañados en nuestro corazones por ello y hemos dañado también. Qué Dios nos dé prudencia y sabiduría en todo momento.

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    1. Gracias Verónica por leer. Que Dios nos ayude a nosotros primero para ser cristianos confiables y tratar con amor a los que lo necesitan. Bendiciones!

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