sábado, 19 de septiembre de 2020

Para Una Mujer Que Se Pregunta Si Todavía Puede Tener Esperanza

Pocas veces he hecho esto, pero en esta ocasión quiero compartir algo que está en mi diario de oración. Tengo el fuerte impulso de hacerlo, por todas aquellas mujeres que hoy día, por la razón que sea, se sienten solas, abandonadas, sin rumbo, dolidas o tristes. Lean y que Dios hable de la manera exacta que sus corazones lo necesitan.


(8 de Septiembre, 2020)

¿Todavía puedo tener esperanza? ("Aún llenará tu boca de risa, y tus labios de júbilo." Job 8:20)


El Señor no ha acabado Su obra, en el nombre de Jesús, tendremos nuevas razones para reír, para celebrar. Voy a hablar, voy a cantar con gozo. Dios es bueno y veré aún más manifestaciones de esa bondad. Veré a mi mami reír con gozo de nuevo. Levantarás esa "nube gris invisible" que parece que no se va. Esa tristecita silenciosa, ese dolorcito, esa frustración, esa desesperanza, esa oscuridad...llévatela Padre. En mi mami y en mí, y en cualquier persona que se sienta como nosotras.


Que esto acabe Señor, que las marcas que la viudez, las relaciones rotas o la pérdida hayan dejado en nuestra alma, sean quitadas Padre. Sánanos, límpianos, restáuranos. Danos esperanza, danos fe, danos propósito, danos visión.


Yo no quiero que pasen los días y los años solo por pasar y para ir tachándolos; quiero tener rumbo, tener propósito, tener algo por lo cual levantarme cada mañana, motivada, sabiendo que es lo que Tú quieres para nosotras. Llévate ese despropósito, llévate esa sensación de solo ir pasándola.


Me rehúso a vivir así, solo por vivir. Quiero hacer algo más, quiero crecer, quiero prosperar; pero también quiero servirte, quiero que me uses. Por ahora me siento amarrada, tan sin sentido...


Pero pongo en Tus manos esos sueños, esos anhelos rotos, suspendidos, pisoteados...Todo lo que no pudo durar, todo lo que se destruyó, todo lo que arruiné, todo lo que no se llevó a cabo, todo lo que nunca ocurrirá.

Esa mañana, terminé de escribir lo anterior y uno de los versículos que tengo en mi cuarto llamó mi atención; así que el Señor me llevó a Su Palabra. Jeremías 31.


"Hace tiempo el Señor le dijo a Israel (Dome): Yo te he amado, pueblo mío, con un amor eterno. Con amor inagotable te acerqué a Mí.         Yo te reedificaré, mi virgen Israel (Dome). Volverás a ser feliz y con alegría danzarás con las panderetas.


De nuevo plantarás tus viñedos sobre las montañas de Samaria (tu tierra) y allí comerás de tus propios huertos.


Por sus rostros correrán lágrimas de alegría, y con mucho cuidado los guiaré a casa. Caminarán junto a arroyos quietos y por caminos llanos donde no tropezarán. Pues soy el padre de Israel (Dome).          El Señor que dispersó a Su pueblo,  lo reunirá y lo cuidará como hace un pastor con su rebaño.


Vendrán a su tierra y entonarán canciones de alegría en las alturas de Jerusalén. Estarán radiantes debido a los buenos regalos del Señor: abundancia de grano, vino nuevo y aceite de oliva, y los rebaños y las manadas saludables. Su vida será como un jardín bien regado y desaparecerán todas sus tristezas.


Las jóvenes danzarán de alegría y los hombres-jóvenes y viejos-se unirán a la celebración. Convertiré su duelo en alegría.


Pero ahora esto dice el Señor: No llores más, porque te recompensaré-dice el Señor-. Tus hijos volverán a ti desde la tierra lejana del enemigo. Hay esperanza para tu futuro -dice el Señor-. Tus hijos volverán a su propia tierra.


¿No es aún Israel (Dome) mi hija, mi hija querida?-dice el Señor. A menudo tengo que castigarla (taann cierto!) pero aún así la amo. Por eso mi corazón la anhela y ciertamente le tendré misericordia." Jeremías 31:3-5, 9, 10b, 12-13, 16-17, 20 NTV      


                   

No tengo que decir cuánto lloré. Tenía ratos de no sentir como el Señor me hablaba así de directo y de inmediato a través de Su Palabra. Cada letra saltaba a mis ojos y estaba segura que era para mí. El mismo Dios que hace muchísimos años profetizó a través de Jeremías y dio esperanza a Su pueblo en cautiverio, es el Dios que estaba en mi cuarto trayendo el consuelo que mi alma necesitaba en el instante preciso.


 Así que, estimada mujer; si recientemente te has preguntado ¿todavía puedo tener esperanza? Estás leyendo tu respuesta.


Pronto vamos a ser reedificadas, conoceremos una restauración permanente y los años de duelo o pena quedarán atrás.     


2 comentarios:

  1. Súper identificada Dome!
    Gloria a Dios por esa esperanza que solo Dios nos da.
    Como siempre, gracias por dejar que Dios te use a través de tus publicaciones ❤️

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias por leer Ati. Definitivamente solo Él nos puede dar esa esperanza!!

      Borrar