Cada uno de nosotros agradece o valora ciertos atributos de Dios de acuerdo a su propia experiencia o necesidad. En mi caso, siempre he afirmado que de todos los atributos que Él tiene, el que más significa para mí hasta ahora, es Su FIDELIDAD.
Si alguna vez has tenido la desafortunada experiencia de que alguien te falle, "te queme la pata", te mienta, te engañe, sabrás todos los sentimientos que esto puede causar: enojo, tristeza, ira, depresión, baja autoestima, etc. He visto llorar a muchas mujeres cuyas parejas las engañaron, las dejaron, las cambiaron por "otra" o simplemente no comparten su concepto de fidelidad. Claro que no solamente las parejas pueden sernos infieles. Podemos sentir que nuestros padres nos fueron infieles, que un amigo nos engañó, por ejemplo. La infidelidad representa cualquier tipo de deslealtad que recibimos de una persona y que a menudo se ha mantenido oculta.
Trata de imaginar ¿qué pasaría si Dios, que te conoce perfectamente, le cuenta a ciertas personas sobre tus pecados? ¿Puedes pensar que Dios se cansa de ti y decide que ya no va a escuchar tus oraciones porque nunca cambias? Peor aún ¿Qué sentirías si Él deja de llamarte su hijo/a porque no quiere tener ningún tipo de relación contigo?
Estoy segura que ninguno de nosotros concibe a Dios de esa manera, simplemente porque Él no es así. No tenemos que ser teólogos o grandes espirituales para saberlo. Pero, ¿por qué nos cuesta disfrutar de Su Fidelidad? ¿por qué es tan difícil vivir sabiendo que Él nunca va a dejarnos porque nos es Fiel?
Pienso que el concepto humano de fidelidad se lo hemos trasladado a Él, y creemos que tarde o temprano se va a cansar y va a dejarnos a nuestras anchas para que suframos y nos arrepintamos. Puede incluso que pensemos que hay "mejores hijos" que nosotros, y que por eso no somos bendecidos.
Pero en realidad, DIOS es FIEL. Así de simple. Él es FIEL, siempre lo será. No hay nada que puedas hacer o dejar de hacer para que Él te deje, nada en este mundo puede cambiar Su decisión de amarte. Digamos que Él ya puso todos sus huevos en tu canasta y no se va a retractar. Él va a cumplir lo que te dijo que va a hacer, Sus propósitos siguen manteniéndose firmes, Sus planes no han sido reciclados para ti, Sus promesas siguen ahí esperando porque te decidas a creerlas.
Las personas que han sufrido una infidelidad, pasan pensando todo el tiempo en su pareja, pensando qué está haciendo, dónde está, con quién está, si le fallará de nuevo, si le dirá una mentira, si le ama aún, si fue su culpa, etc.
Pero nosotros podemos estar tranquilos, no hay razón para dudar. Descansa, tienes a un Dios Fiel profundamente comprometido contigo. ¿Puedes pensar en algo más reconfortante que eso? Yo no.
"Fiel es Dios" 1 Corintios 1:9
lunes, 22 de julio de 2013
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