viernes, 26 de julio de 2013

Dios me ha olvidado...

Hay una historia de la Biblia que me gusta mucho. Parece una telenovela mexicana, pero no lo es, en serio.

Se trata de un hombre llamado Elcana. Tenía dos esposas: Penina y Ana. Penina le dio varios hijos, Ana no podía tenerlos. La tal Penina molestaba mucho a Ana y se burlaba de ella. Y aunque Elcana realmente amaba a Ana, a veces no era comprensivo con ella. Llegó a decirle "no te soy suficiente yo más que diez hijos??". Si yo hubiese sido Ana le pego por no entender cómo se sentía.

Pero bueno, Ana sufría mucho, y cada vez que iba al templo, lloraba  y dejaba de comer por la tristeza que tenía. La Biblia describe que en una ocasión ella fue al templo y "oraba con amargura de alma". Ella dijo: "si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva  un hijo varón"  ¿Te imaginas lo que estas palabras significan? Mientras eso ocurría, el sacerdote Elí la miraba y la escena fue tal que pensó que ella estaba borracha.




Pero luego Ana le explicó lo que pasaba y Elí le dijo: "Ve en paz y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho". Lo sorprendente de esto para mí es lo que pasó con Ana después de estas palabras que el sacerdorte le dijo: "Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste

¿Te das cuenta? Una sola palabra de parte del sacerdote fue suficiente para que Ana ya no se sintiera triste. Acababa de estar insinuando que Dios se había olvidado de ella, y luego algo pasó que ella simplemente siguió con su vida, ya no estuvo triste y hasta se fue a comer!!

Trato de imaginar qué ocurrió. ¿Por qué esa vez fue diferente? ¿De qué forma habló Elí para que Ana cambiara? ¿Será que ella vio algo? ¿Será que simplemente sintió algo que nunca había sentido y eso la llenó de fe para creer que su tristeza se iría? La Biblia no lo dice. Lo que es cierto es que ya no estuvo triste, regresó a su casa, comió, durmió con su esposo y quedó embarazada!!! A los 9 meses nació Samuel.

Una de mis mejores amigas luchó muchos años para ser mamá. La vi pasar momentos duros, pude sentir su tristeza y amargura por sentir que Dios no le escuchaba. Oramos mucho, por años. Así que me es fácil imaginar lo que Ana sentía, sobre todo si había otra mujer burlándose de ella por no poder tener hijos.

Pero lo que quiero resaltar es que Dios tiene la capacidad de quitar en un segundo los sentimientos más horribles que podamos tener. Considera que Ana lo buscó a Él para desahogarse, buscó el lugar y la persona correcta para desbordar su corazón. Y luego, Dios envía a Elí para darle una palabra, y eso le bastó. Increíble.

No sé cuántas veces te has sentido tan triste que sientes literalmente que te duele el corazón. Yo me he sentido así. Literalmente hay un hoyo en el pecho. Literalmente se agotan las fuerzas. Literalmente se quita el hambre. Literalmente te duele la garganta por haber llorado tanto. Despiertas en la mañana y quieres que ya sea de noche para dormirte otra vez. Llega la noche y ya quieres que amanezca para no tener que soñar con esa situación o esa persona, o para no tener que despertarte en la madrugada y recordar el dolor. Sientes que Dios te ha olvidado. ¿Cómo se supone que se supera esto? ¿Cuánto tiempo va a tardar? ¿De verdad Dios sabe cómo me siento? ¿Cuándo va a dejar de doler? Yo he estado ahí más tiempo del que hubiese querido. Y créeme que al igual que Ana he sentido que ni vale la pena orar porque quizá Dios ya me olvidó.

Pero al leer esta historia, recuerdo que tengo al mismo Dios de Ana. Y puedo venir a Él cada vez que el corazón duela, puedo llorar sin pena, puedo gritar y hacer todas las preguntas que quiera. Él me entiende, Él me escucha, Él está ahí. No me ha olvidado. Y una palabra Suya es suficiente para que mi dolor y mi tristeza desaparezcan. 

Si ya probaste llorar, hacer berrinche, reclamar, hacerte la víctima, etc., ¿por qué no pruebas con venir a Él? ¿por qué no como Ana retomas tu vida? ¿por qué no le dejas a Él llevarse tu dolor y amargura por lo que te pasó? 

Sea lo que sea que estés pasando, te aseguro que Dios no te ha olvidado. Él conoce tu nombre y tu situación. Tal vez sólo está esperando que llegues a Su presencia, o que te calles por un rato y lo escuches. 

"Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella." 1 Samuel 1:19


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