El evento que más ha marcado mi vida hasta ahora es la muerte de mi papá. Debido a que fue una muerte repentina llegaron un montón de cambios inesperados. Además, durante los meses de duelo posteriores, gracias a mucha literatura y a muchas pláticas que tuve con Dios, entendí que usualmente una pérdida como esa, está acompañada de otras pequeñas pérdidas...y para obtener una verdadera sanidad, debía hacer duelo, por así decirlo, por cada una de ellas.
Tuve que aceptar el hecho que mi papá no me va a entregar en el altar cuando me case y que mis hijos no tendrán abuelo igual que yo no los tuve. También la alegría de comprar mi primer carro se fue junto con él, ya que el accidente en el que murió fue precisamente en mi carro y hasta ahora no he podido comprar otro. Éstos son sólo unos cuantos ejemplos de los sueños que se fueron junto con mi papá.
Recuerdo que alguna vez escribí cómo planeaba que estaría mi vida a la edad que tengo actualmente. Ahora, hasta me da un poco de risa porque no ha ocurrido ni la cuarta parte de lo planeado. Se supone que yo debería tener otro estado civil, ser mamá de una niña y un niño, haber viajado a dos o tres lugares que me parecen los más hermosos del mundo, trabajar en una organización o haber fundado una cuyo fin sea ayudar a niños necesitados en mi país o fuera de él...y ya no sigo porque la lista es extensa.
Algún amigo "espiritualoide" me quiso predicar una vez cuando le compartí un poco de mi frustración por éstos sueños y me hizo sentir que quizá eran muy carnales o que tal vez yo no había orado lo suficiente al respecto...Pero yo creo que todos esos sueños son válidos y que Dios ha tomado nota de cada uno de ellos...algunos se realizarán con un calendario diferente al mío y otros no se realizarán; pero Él va a mandar los sustitutos que superarán con creces a lo que yo soñé.
Muchos pueden pensar que soy una hija de Dios muy sumisa; pero no se crean...Ya perdí la cuenta de las veces que le he reclamado por esos sueños y planes que tenía, le he aplicado la "ley del hielo" (mi amigo espiritualoide seguramente me reprenderá si lee esto), me he resentido con Él en ocasiones, he asumido la postura del hermano mayor del hijo pródigo porque me siento con derecho a que me conceda lo que le he pedido, le he dicho que es injusto, he dudado de que en el cielo se hayan escuchado mis oraciones, he sentido que Él ha saboteado lo que yo anhelaba, he llorado hasta que me vence el sueño muchas noches porque no puedo entender qué tiene Dios en mente al tardarse tanto en realizar mis sueños y planes, etc, etc.
Pero cada vez que caigo en uno de esos "baches" por tantos sueños no alcanzados acabo siempre en el mismo lugar: la presencia de Dios...Aunque con mucho dolor y con una oración ahogada, termino hablando con Él diciéndole cómo me siento al respecto...y Su respuesta es siempre la misma: que no debo dudar que me ama y que debo confiar en Él lo suficiente como para dejar ir ese paquetote de sueños y planes no alcanzados, porque los Suyos son mejores.
No es fácil. Sigo dudando, sigo luchando, sigo temiendo que el reloj de Dios se atrase demasiado. Tengo temporadas en las que debo hacer una entrega diaria de esos sueños frustrados. Y también llegan días cuando mi fe es fuerte y no hay una pizca de duda acerca de los planes que Él tiene para mí.
Creo que como toda relación con un ser humano, mi relación con Dios atraviesa diferentes etapas y al final, cuando hago un recuento de nuestra vida juntos, concluyo que es el ser más confiable que conozco y por ahora, aunque no entienda sus demoras y aunque hayan lágrimas de vez en cuando, no tengo una mejor elección que hacer...solamente confiar en que Él me sorprenderá con lo que ha preparado para mí.
"Yo sé los planes que tengo para ustedes (pon tu nombre), planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo, el Señor, lo afirmo" Jeremías 29:11 DHH
"A Aquel quien por consecuencia de la acción de Su poder que está trabajando en nosotros, es capaz de llevar a cabo Su propósito y hacer súper abundantemente, mucho más arriba y más allá de lo que nos atrevamos a pedir o a pensar, infinitamente más allá que nuestras más altas oraciones, deseos, pensamientos, esperanzas o sueños, a Él sea la gloria...." Efesios 3:20 (Amplified Version-Traducción Personal)
sábado, 9 de agosto de 2014
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