sábado, 10 de enero de 2015

Carta A Una Mujer Maltratada

Quiero comenzar pidiéndote perdón por las veces en que te hemos juzgado y te hemos señalado de "cobarde". También por llegar a pensar que estás de acuerdo con lo que te está pasando o que incluso "te gusta" vivir así.

Sé que no es de esa manera. Sé que si pudieras acabarías con tu situación en un instante y reconozco que vivir lo que has vivido te hace una mujer muy valiente, porque aún con todo el dolor que eso representa, te levantas cada mañana y tratas de seguir con tu vida.

Yo soy una hija adulta de un alcohólico. En mi casa hubo maltrato por años: físico, verbal, económico, emocional. Vi las secuelas en mi mamá. Desde muy niña supe dentro de mí que mi familia no era "normal", algo me decía que lo que pasaba no estaba bien, pero me costaba exteriorizalo y ponerlo en palabras. 

Conozco de primera mano cómo fingir y pretender ante la gente, ante los de casa y peor aún, ante tí misma, que nada pasa. Me volví experta en hablar maravillas de mi papá para tratar de cubrir lo malo que me parecía como esposo. Es más, pasamos años siendo miembros activos de una iglesia, en donde muchos hermanos nos decían que envidiaban que la familia completa le sirviera al Señor...pero al llegar a casa las cosas eran distintas.
Aunque mi experiencia fue desde la perspectiva de una hija, entiendo el ciclo que vives y comprendo la dinámica de una familia donde hay maltrato.

Quiero decirte que definitivamente NO es la voluntad de Dios que vivas así. Dios no deseó nunca hacerte pasar todo esto. Sé que han habido momentos en los que has rogado que Él haga algo y otros en los que mejor ya no le pides nada porque al fin y al cabo, parece no intervenir. Pero quiero reiterarte que Él se duele contigo y por ti. Como a todo padre, el corazón se le parte al verte sufrir. Por favor no dejes de acudir a Él, no dejes de hablarle, no dejes de buscar Su refugio, desahógate en Su presencia, grítale si quieres, pero no cortes tu comunicación con Él por ningún motivo.

Yo sé que estás luchando con muchas cosas: La culpa por no haber elegido a un buen hombre, por no oír los consejos que te dieron respecto a él. El miedo espantoso de que las cosas se pongan peor. La vergüenza con tus hijos, el resto de tu familia y tus amigos, porque saben de tu situación y eso te hace sentir tan poca cosa.

Sé que quizá has perdido la esperanza. Sé que muchos sueños e ilusiones han desaparecido. Quizá ya llegaste a un punto en el cual te has convencido de aguantar hasta que tus hijos crezcan un poco o probablemente es tu dependencia económica lo que no te permite cortar con el maltrato...Pero te escribo para decirte que SI hay esperanza. Sólo busca ayuda, sólo cuéntaselo a alguien, sólo ten el valor de mandar ese mensaje, de hacer esa llamada, de tener esa plática con tu amiga/líder/pastor y rompe el silencio. 
Y si el nivel de maltrato es tal que tu vida o tu integridad física están en riesgo, no lo dudes, huye, ponte a salvo. No creas que le harás daño a tus hijos si los alejas, aunque sea temporalmente, de su padre maltratador, créeme, eventualmente ellos lo entenderán y te lo agradecerán. Las heridas son peores si un hijo vive en una casa donde hay gritos, golpes, faltas de respeto y denigración. 

Sé que muchos cristianos enseñan que una mujer debe aguantar hasta el final cualquier cosa con el fin de salvar su matrimonio. Que me perdonen los pastores y consejeros, pero yo no creo que Dios quiera eso para Sus hijas. Dios anhela que los matrimonios lo tengan a Él como centro y nunca aprobará las injusticias pues Su naturaleza es ser Justo. Y definitivamente el maltrato en cualquiera de sus formas es una injusticia. Lo que si creo, pues lo viví en mi familia, es que debes buscar ayuda, ser honesta y a pesar de lo avergonzada que te sientas poner en evidencia a tu esposo. Luego, si Él da muestras después de un tiempo prudencial que Dios le ha restaurado y después que tú misma hayas pasado tu propio proceso de sanidad, permitir que el Señor te dirija a una nueva etapa juntos.

Por ahora, quiero recordarte algo que quizá hayas olvidado: Eres hermosa, eres inteligente, eres valiente, eres digna, eres valiosísima, por ti se pagó el precio más alto de la historia en una cruz. No estás sola, si importas, si mereces lo mejor, si puedes volver a soñar, si tienes derecho a pensar en ti y ser libre.

Dios te ama apasionadamente, Dios te perdona, Dios te sostiene, Dios te abraza, Sus manos limpian tus lágrimas y sanan tus heridas-físicas y del corazón. Dios te da el valor que necesitas para que rompas el ciclo. No estás sola. Él es tu Defensor.

Mi oración es que puedas ser restaurada como mi familia lo fue.

Con todo mi corazón...Dome


"No tengas miedo, no quedarás en ridículo; no te insultarán ni tendrás de qué avergonzarte. Olvidarás la vergüenza de tu juventud y no te acordarás más de la deshonra de tu viudez, porque tu creador te tomará como esposa. Su nombre es Señor Todopoderoso; tu redentor es el Dios Santo de Israel, el Dios de toda la tierra." Isaías 54: 4-5 DHH


IMPORTANTE: Si vives en El Salvador y necesitas ayuda puedes escribir al correo blogdestellos@gmail.com
Si vives en otro país, busca instituciones de gobierno, fundaciones o una iglesia para pedir ayuda.

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