martes, 22 de diciembre de 2015

¿Adivina quién viene en Navidad?

El fin de semana me encontré a uno de mis estudiantes de primer grado. Su nombre es Daniel. Al saludarnos recordé algo que él me dijo en las últimas semanas, antes de salir de vacaciones.

Me buscó un día para contarme que su mamá había tenido un sueño y que en ese sueño, alguien le decía que el Señor ya estaba por volver, y que debíamos ponernos a cuenta con Él para estar listos en su segunda venida.

Siendo sincera, me sorprendió que un niño de 7 años hablara con naturalidad de un evento que todos los cristianos sabemos que va a ocurrir, ya que parecía entenderlo a la perfección. Pero, lo que me impactó más, fue lo siguiente que me dijo Daniel.

Él me pidió permiso para ir a buscar a un chico de la otra sección de primer grado (Este niño presentó serios problemas de conducta en todo el año y estaba en una situación disciplinaria grave dentro del colegio). Me dijo que quería hablar con él y contarle lo del sueño de su mamá, pues no quería que su compañerito no se fuera al cielo cuando el Señor volviera.

Yo lo abracé muy fuerte y le di el permiso que me solicitaba. Lo felicité por lo que quería hacer y le dije que me acababa de dar una gran lección. Corrí adonde una amiga a contarle lo que ese niño me acaba de decir y le confesé que hasta tenía ganas de llorar por ese corazón precioso.
Creo que es un buen momento para compartir, entre todos, la carga de Daniel. En ésta época del año, cuando  mucha gente está abierta al mensaje de Jesús, deberíamos sentirnos como mi estudiante. Deberíamos correr a contarles a todos que ese bebé cuyo nacimiento recordamos, ha prometido volver pronto y que es un buen tiempo para hacer arreglos en nuestras vidas y darle espacio de trabajar en nosotros.

Muchos vemos con pasividad cómo, personas que amamos, están lejos de Dios y no hacemos nada por ellos, incluso ni intercedemos por su salvación. Parece que vivimos creyendo que la venida del Señor va a tardarse muchísimo todavía, por lo tanto, hemos perdido ese sentido de URGENCIA por pasar el mensaje, e incluso, hemos descuidado nuestras propias vidas espirituales, porque no parece que el Señor vaya a volver pronto.
Aprovecha la celebración de Navidad y sé luz. Recuérdales a todos que el bebé Jesús va a volver en gloria y esplendor de un momento a otro. Ama lo suficiente a tu familia y amigos, como para no callar el mensaje. Siente la carga, lucha por sus almas, intercede para que puedas verlos en el Cielo en la eternidad.

Dicen que la mejor forma de celebrar la Navidad es demostrándole a los demás que los amas. Yo agregaría que la mejor forma de demostrarle a los demás que los amo es presentándoles a Jesús como Salvador personal.

NO TE CALLES...¡¡FELIZ NAVIDAD!!


"No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, Yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a Mí mismo, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis" Juan 14:1-4 RVR60

"Cuando Yo, el Hijo del Hombre, venga, no me esconderé. Todos me verán, pues mi venida será como un relámpago que ilumina todo el cielo" Mateo 24:27 TLA

"El Señor mismo vendrá de los cielos. En ese momento dará Su orden con voz de mando, de arcángel, sonará la trompeta de Dios y los que hayan muerto en Cristo resucitarán primero. Luego, nosotros los que estemos vivos en ese momento. subiremos a las nubes con los resucitados para encontrarnos con el Señor en el aire, y así estaremos con el Señor para siempre. Anímense entonces unos a otros con estas palabras" 1 Tesalonicenses 4:16-18 PDT

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