miércoles, 22 de junio de 2016

10 Años Después: Del Dolor Más Profundo A La Esperanza

Exactamente en esta fecha, pero diez años atrás, mi papá falleció en un accidente automovilístico. Es inevitable no recordar los detalles de ese día. Desde ayer he estado teniendo memorias que remueven emociones y sentimientos.

Algunas personas dijeron palabras que nunca voy a olvidar, pero lo que más recuerdo son gestos, expresiones, rostros con una evidente muestra de dolor solidario.

Es duro enfrentar una muerte repentina. El funeral y sepultarlos en el cementerio te da nauseas y te drena toda energía y fuerza. Pero lo realmente difícil viene después, sobre todo cuando no tuviste tiempo para prepararte.

Yo recuerdo el dolor-literal-en el pecho. Una angustia que se quedó por semanas. Yo me mataba de sueño hasta que ya no podía más, porque quería llegar a la cama y dormirme de inmediato, pues no quería pensar en él. También recuerdo que al despertar en la mañana, la tristeza seguía ahí. No era que yo pensaba en cosas tristes y por eso mi estado de ánimo cambiaba. No. Simplemente la tristeza estaba ahí, sin invitación, me acompañaba todo el tiempo. Hacía muchas actividades de mi rutina diaria, pero a cada momento, la realidad parecía ser una persona invisible que iba conmigo a todos lados y cada vez que podía, me susurraba al oído: "se fue" "ya no lo vas a ver" "enfréntalo, es tu nueva vida" "¿qué va a pasar ahora?" "tu vida ya no será igual" "no tienen dinero", etc, etc.

Al mismo tiempo, quería hacer lo que fuera por mi mamá y mi hermana, pues era notorio lo afectadas que estaban. Puedo afirmar que estaban deprimidas. Quizás yo también, pero no lo demostraba. 

Esta mañana remembraba todo eso. Hablaba con el Señor al respecto y le agradecía Su infinita fidelidad. Pues ese ha sido el dolor más profundo que he experimentado en toda mi vida (y espero que el último) y gracias a Él sigo aquí. 

Si hace 10 años alguien me hubiera dicho que mi familia volvería a tener razones para celebrar, para sonreír, para agradecer, yo no lo habría creído. Si hace 10 años alguien me hubiera dicho que tendríamos seguridad financiera y provisión (y hasta gustitos) a pesar de que mi papá no nos dejó asegurados materialmente, yo habría dicho que estaban locos. Si hace 10 años, alguien me hubiera dicho que gente que no conocía a Dios, lo conocería después de y gracias a la muerte de mi papá, yo lo habría rechazado. Si hace 10 años alguien me hubiera dicho que nuestro futuro era brillante, que lograríamos muchas cosas y que llegarían un montón de bendiciones inesperadas, yo le habría pedido que se callara.

Pero, 10 años después puedo asegurar que de alguna manera, la Esperanza llegó a nuestras vidas. No puedo señalar cómo ni cuándo. Sólo sé que poco a poco empecé a tener Esperanza. Y no hablo de ese positivismo barato que te venden algunos ahora, incluidas algunas iglesias. Hablo de esa profunda certeza dentro de ti, que te sobrepasa y te dice que pronto lo vas a entender, que tu Dios no te ha fallado, que lo mejor llegará, que vas a sobrevivir, que esa tristeza e incertidumbre solo son compañeros temporales, que por una pérdida vendrán miles de ganancias...ese tipo de Esperanza que no puedes encontrar lejos del Señor.

Obviamente sigues extrañando a quien se fue. Sigues preguntándote cómo sería todo si ellos siguieran aquí. Aceptas y aprendes a vivir con esa parte de tu realidad...Pero también entiendes que es SÓLO a través del dolor más profundo que conoces a Dios como nunca antes. Es tu quebrantamiento, la llave que abre la puerta que te lleva a ese lugar más íntimo, más cercano a tu Padre. Y ese es un lugar en el que no todos han estado. 


Solo el que ha tenido el corazón hecho pedazos ha visto las manos del Señor recoger esos trozos y sanarlos. Solo el que ha llorado desconsolado en Su presencia, le ha sentido al lado, de rodillas, limpiando las lágrimas que salen sin parar. Solo el que ha perdido la esperanza, pero se ha aferrado a Sus promesas como náufrago a un salvavidas, ha recibido Sus rescates milagrosos. Solo el que ha experimentado el dolor entre las tinieblas más densas y ha clamado por Su ayuda, ha visto que Él es capaz de traer Su luz y alumbrar el camino. Solo el que está tirado sin fuerzas para seguir, ha sabido lo que significa ser cargado por Sus brazos.

Hoy por hoy, entiendo que no hubiese podido conocer ese lado de Dios si mi papá no se hubiera ido. Se ha mostrado en mi vida y la de mi familia como nunca imaginé. Y AMO Su fidelidad. Le amo más que hace 10 años.

Si ahora mismo estás pasando una temporada de dolor, quizás la peor de tu vida, escribo esto para animarte. No creo que haya otra manera de sobrevivir si no es con Él. Sólo deja caer el peso muerto de tu quebranto y de tu tristeza en Sus brazos. Él hará el resto. Hay Esperanza. Él es el Dios de Esperanza. Oro porque en medio de tu quebrantamiento le conozcas tan profundamente, como yo lo hice, y oro porque pronto vayas del dolor a la Esperanza que no defrauda.


"El Señor está cerca, para salvar a los que tiene el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza" Salmos 34:18 DHH

"¿A quién tengo yo en los cielos sino a Ti? Y fuera de Ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre" Salmos 73:25-26 RVR60

"Los que siembran con lágrimas, cosecharán con gritos de alegría. Aunque lloren mientras llevan el saco de semilla, volverán cantando de alegría, con manojos de trigo entre los brazos" Salmos 126:5-6 DHH

1 comentario:

  1. gracias por compartir, no puedo creer que ya fueron 10 anos y me alegro por todo lo que has crecido y ahora podes compartir con otros!

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