jueves, 10 de enero de 2019

Cómo Ayudar a Alguien Desempleado

Debido a una publicación reciente sobre el desempleo, varias personas me escribieron o me han hecho comentarios al respecto. Por eso quiero compartir ahora, ideas prácticas de cómo podemos bendecir a alguien que no cuenta con empleo, considerando que esta persona NO quiere o no buscó estar en esa condición.

1. Orar.
Suena lógico, pero por experiencia personal a muchos se nos olvida orar por las necesidades de otros, sobre todo si el desempleo ha durado mucho tiempo. Normalmente oramos con fervor cuando la prueba recién inicia, pero a medida va pasando el tiempo, no recordamos con frecuencia que hay un hermano necesitando provisión de un  trabajo y que no tiene para cubrir sus necesidades básicas o las de su familia. Lo primordial que podemos hacer por alguien desempleado es mantenerlo en nuestras oraciones cada día; y no solo orar porque Dios le dé un trabajo, sino también para que sea fortalecido (Salmo 37:39), para que el propósito de la prueba se cumpla (Salmo 138:8), para que su carácter se pula en ese proceso (Hebreos 12:11), para que conozca a Dios mejor, para que su fe no decrezca (Lucas 22:32), para que se suplan sus necesidades materiales (Filipenses 4:19), etc.


2. Ser de edificación.
Hay gente que nos quiere genuinamente y en su afán de animarnos, nos dicen muchas cosas que no edifican.
Agradezco a aquellos que me han "predicado", incluso a aquellos que me han insinuado que estoy en pecado. La verdad es que hasta que estás atravesando ese camino, se pueden entender las luchas de fe que  se enfrentan. 
Varias personas han sido más pragmáticas y me han dicho que me ubique en la realidad del país, pues acá todo mundo debe esperar de uno a dos años para poder encontrar una plaza. (¿No se dan cuenta que eso es como decirle a un enfermo de cáncer: "Mira, el 95% de la gente que padece de tu tipo de cáncer se muere, así que ubícate y no tengas tantas expectativas"?). Y lo más triste de esto, es que algunos son hermanos en la fe. Así que mi cerebro da vueltas tratando de entender por qué mis hermanos no me estaban animando o abonando a mi fe. ¿No se nos ha enseñado que Dios lo puede todo y es Dios de imposibles? ¿Debo dejar mi fe de un lado y "ubicarme" en la realidad en vez de en el Señor?

Si quieres ayudar a alguien sin empleo, escúchale, pregunta si puedes hacer algo por él/ella, mántente en comunicación ocasional para mostrarle que estás ahí, recuérdale quien es Dios y oren juntos por teléfono o en persona. (Yo doy gracias al Señor porque he tenido ese tipo de personas en mi vida...no saben cuánto ayuda!)


3. Ayudar de forma práctica.
Con algo tan simple como reenviar la hoja de vida de esa persona a todos tus contactos, alertarle sobre cualquier plaza disponible que conozcas, animarle a iniciar un proyecto de emprendimiento o trabajar de forma independiente...todas ellas son cosas prácticas y fáciles que podemos hacer por aquellos que estimamos y atraviesan una condición de desempleo.

He sabido de personas que han recibido compras del supermercado, útiles escolares para sus hijos, ofrendas y otro tipo de bendiciones que Dios les manda a través de familiares y/o amigos. Personalmente he sido sorprendida al ser recipiente de provisiones milagrosas, las cuales agradezco infinitamente. Por lo que si el Señor te mueve genuinamente a bendecir a alguien desempleado de forma material no dudes en hacerlo (Santiago 2:15-16).



Todos conocemos o conoceremos a alguien sin empleo. Probablemente en nuestras iglesias hay hermanos así y lo ignoramos. Lo importante es que a partir de ahora seamos un poco más sensibles a las necesidades que atraviesan y pongamos en práctica algunas de estas cosas para bendecirles. 

Créeme; una palabra de aliento, mostrarse empático, una oración y otros actos sencillos como esos, pueden darle esperanza a tu hermano en medio de días de incertidumbre y preocupación por la ausencia de trabajo.

Somos el cuerpo de Cristo, interesémonos más por ellos y estemos presentes en su tiempo de necesidad.


"Ayúdense a llevar los unos las cargas de los otros, y obedezcan de esa manera la ley de Cristo." Gálatas 6:2

No hay comentarios.:

Publicar un comentario