Al trabajar con niños, me he convencido de lo desastroso que es un divorcio para ellos. Ellos luchan con un montón de emociones y sentimientos que la mayoría de veces no pueden poner en palabras. Sin embargo, aunque no los expresen, los tienen ahí dentro. Una de las cosas que ellos pueden llegar a sentir es que son los culpables de la situación de sus padres. La otra, es que papá y mamá no los aman lo suficiente.
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Conozco a varias personas que han tenido que atravesar separaciones, divorcios o infidelidades. Vivir ese proceso con ellos es muy duro. Sé de ese ciclo que se vive en circunstancias de esa naturaleza: negación, ira, duelo, aceptación y todo eso es como ir en la montaña rusa.
Una de las luchas más grandes que, por ejemplo, una mujer engañada enfrenta, es sentir que su pareja no la amó lo suficiente. He visto llorar a muchas amigas diciendo "él no me ama". Yo misma me he sentido de esa manera en el pasado. Creo que es una de las cosas más dolorosas para una mujer.
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He tratado con muchos cristianos, que experimentan tiempos de prueba y por más que se meten con Dios, claman por una respuesta y se entregan por completo en servicio a Él no reciben lo que anhelan. El cáncer no se va, el esposo que se fue no regresa, los hijos huyen en rebeldía, el negocio empeora, el nuevo trabajo nunca se concreta...todo es demasiado duro. He escuchado a más de uno afirmar que quizá Dios no los escucha e incluso que quizá no los ama tanto.
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Debo admitirlo. Mi vida actual no es ni la tercera parte de lo que yo tenía planeado que fuera. A estas alturas, yo debería tener otro estado civil, tener una casa donde abundaran los juguetes, los pampers y se viera Discovery Kids todo el día, haber viajado a un par de esos lugares de mis sueños, tener ese ministerio de ayuda a niños que lo necesitan y un largo etcétera...Si, he experimentado períodos en los que estoy en el valle-a veces, uno bien profundo- en los que debo confesar, he dudado del amor de Dios.
¿Por qué tardas tanto? ¿Por qué bendices a personas que han metido la pata y a mí no? ¿Cuándo me vas a escuchar? ¿Y estás seguro que me amas? ¿Por qué no haces nada? Son sólo algunas preguntas que le he hecho.
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Las últimas semanas han sido uno de esos valles. Pero esta vez decidí que mi reacción sería diferente. Me he levantado cada mañana y me he sentado, aún contra mi voluntad, en ese lugar, mi "habitación de escuchar", y he puesto música, he leído mi devocional, y aunque sienta que Dios no merece que le hable, he orado, he escrito lo que siento. Y después de varios días en este proceso, el pensamiento que ha venido a mí una y otra vez, lo que las canciones que suenan me han dicho, lo que mis lecturas me recuerdan, es una sola cosa: "Eres digna de ser amada. De hecho, eres amada"
No he oído una voz audible, no ha aparecido un ángel, simplemente es aquel susurro en tu cabeza y en tu corazón que está repitiendo una y otra y otra vez lo mismo: "Eres digna de ser amada. De hecho, eres amada". Y después, llega la paz.
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Por eso hoy, te comparto este mensaje.
Si eres alguien a quien sus padres le fallaron, luchaste o luchas con sentimientos de abandono, de insuficiencia, de desprecio..."Eres digno de ser amado. De hecho, eres amado"
Si Dios está tardando en responder, si la prueba parece ya imposible de sobrellevar, si el desierto se ha prolongado demasiado, si ya no hay ganas de orar, si ya no tienes esperanza. Lee bien, Él si te ama..."Eres digno de ser amado. De hecho, eres amado"
Si estás atravesando una infidelidad, ruptura o divorcio, sé lo que se siente, conozco ese dolor, sé los pensamientos que has tenido. Pero te aseguro que el amor no acabó para ti. "Eres digno de ser amado. De hecho, eres amado"
Si eres una mujer soltera, que ya está cansada de esperar por el "correcto". Si has ido de decepción en decepción en esa búsqueda. Si luchas con esa sensación de no ser lo suficientemente buena o digna, quiero que sepas que "Eres digna de ser amada. De hecho, eres amada"
Mira la Cruz, esa es tu muestra de amor más real, más potente, más eterna.
Eres digno de ser amado. De hecho, ya fuiste amado, y eso no va a cambiar nunca. Deja que esa verdad te invada hoy.
"Hace mucho tiempo se me apareció el Señor y me dijo: <<Con amor eterno te he amado; por eso te sigo con fidelidad>>" Jeremías 31:3 NVI
"Eso es lo mucho que significas para mí. Eso es lo mucho que te amo. Yo vendería el mundo entero para tenerte de regreso, negociaría la creación sólo por ti"
Isaías 42:4 (The Message Version-Traducción Personal)
viernes, 31 de julio de 2015
viernes, 24 de julio de 2015
Lo que supe en el Funeral de mi Abuelita
Esta semana falleció mi abuela paterna. Ella siempre vivió en un pueblo del interior del país. Así que fuimos de emergencia hasta allá con mi familia, para estar presentes en su despedida.
Tenía bastante tiempo de no ir. Pero este tipo de sucesos te permiten re-encontrarte con gente que no ves desde hace mucho.
No puedo negar que experimenté emociones revueltas, pues ese es el lugar natal de mi papá y recordé muchas cosas, sobre todo nuestras vacaciones de la infancia. Me alegró ver a tantos tíos, primos, a sus hijos que yo no conocía y gente que me conoce desde hace años.
Obviando el dato estadístico, que de unas 40 personas con las que conversé, 39 me preguntaron la fecha de mi boda (¡gracias por su preocupación!), este tiempo allá me mostró la importancia de dejar un legado. Y es que a veces no nos damos cuenta del impacto que hacemos en la vida de los demás.
Me impresionó cuántas personas hablaban de algo que mi papá hizo por ellos. Escuché de los regaños que él solía hacer (para él eran consejos...los que lo conocieron, saben a qué me refiero!) y los frutos que todo eso dio. Pero lo que más me impactó es hacer un recuento de cuántos miembros de la familia ahora son cristianos.
Recuerdo que él siempre sintió carga por su familia no convertida, estoy segura que oraba por cada uno de ellos, y hoy, yo desearía que él estuviera acá aunque sea unos minutos, para contarle de todas esas vidas que ahora aman al Señor.
Mientras volvíamos a casa en la noche, pensaba en el efecto de las oraciones de mi papi. Me dí cuenta que aunque él ya no está en la tierra, en el cielo se tomó nota de todo lo que él pedía. Sentí satisfacción de conocer el alcance que Dios permitió que él tuviera con todas esas personas.
Pero al mismo tiempo, me sentí retada a trabajar más para alcanzar a otros. Confieso que soy de las que hablan de Dios una vez y si no hay receptividad, dejo de hacerlo. Si mi papá hubiera hecho eso, quizá todos esos tíos y primos hubieran tardado más en reconocer al Señor, o peor aún , nunca lo hubieran hecho.
Para mí es fácil hablarle a gente desconocida o con la que no hay mucho vínculo sentimental, pero cuando se trata de miembros de mi familia, o gente a la que quiero mucho, me cuesta sobremanera.
Por eso le he pedido a Dios que me ayude a ser luz. No quiero desentenderme más de mi compromiso de pasar el mensaje. Me encantaría encontrarme en el cielo con gente a la que impacté de alguna manera, como sé que le sucederá a él.
¿Y qué respecto a ti? ¿Qué vidas estás impactando? ¿A quién le estás pasando el mensaje? ¿Por quién estás orando? No desperdicies las oportunidades que Dios ponga en tu camino. No menosprecies el alcance de tu testimonio y tus oraciones. Seamos luz.
"De la misma manera, la conducta de ustedes debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan buenas acciones. Así los demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes." Mateo 5:16 TLA
"En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra Él dejando de orar por ustedes" 1 Samuel 12:23 NVI
Tenía bastante tiempo de no ir. Pero este tipo de sucesos te permiten re-encontrarte con gente que no ves desde hace mucho.
No puedo negar que experimenté emociones revueltas, pues ese es el lugar natal de mi papá y recordé muchas cosas, sobre todo nuestras vacaciones de la infancia. Me alegró ver a tantos tíos, primos, a sus hijos que yo no conocía y gente que me conoce desde hace años.
Obviando el dato estadístico, que de unas 40 personas con las que conversé, 39 me preguntaron la fecha de mi boda (¡gracias por su preocupación!), este tiempo allá me mostró la importancia de dejar un legado. Y es que a veces no nos damos cuenta del impacto que hacemos en la vida de los demás.
Me impresionó cuántas personas hablaban de algo que mi papá hizo por ellos. Escuché de los regaños que él solía hacer (para él eran consejos...los que lo conocieron, saben a qué me refiero!) y los frutos que todo eso dio. Pero lo que más me impactó es hacer un recuento de cuántos miembros de la familia ahora son cristianos.
Recuerdo que él siempre sintió carga por su familia no convertida, estoy segura que oraba por cada uno de ellos, y hoy, yo desearía que él estuviera acá aunque sea unos minutos, para contarle de todas esas vidas que ahora aman al Señor.
Mientras volvíamos a casa en la noche, pensaba en el efecto de las oraciones de mi papi. Me dí cuenta que aunque él ya no está en la tierra, en el cielo se tomó nota de todo lo que él pedía. Sentí satisfacción de conocer el alcance que Dios permitió que él tuviera con todas esas personas.
Pero al mismo tiempo, me sentí retada a trabajar más para alcanzar a otros. Confieso que soy de las que hablan de Dios una vez y si no hay receptividad, dejo de hacerlo. Si mi papá hubiera hecho eso, quizá todos esos tíos y primos hubieran tardado más en reconocer al Señor, o peor aún , nunca lo hubieran hecho.
Para mí es fácil hablarle a gente desconocida o con la que no hay mucho vínculo sentimental, pero cuando se trata de miembros de mi familia, o gente a la que quiero mucho, me cuesta sobremanera.
Por eso le he pedido a Dios que me ayude a ser luz. No quiero desentenderme más de mi compromiso de pasar el mensaje. Me encantaría encontrarme en el cielo con gente a la que impacté de alguna manera, como sé que le sucederá a él.
¿Y qué respecto a ti? ¿Qué vidas estás impactando? ¿A quién le estás pasando el mensaje? ¿Por quién estás orando? No desperdicies las oportunidades que Dios ponga en tu camino. No menosprecies el alcance de tu testimonio y tus oraciones. Seamos luz.
"De la misma manera, la conducta de ustedes debe ser como una luz que ilumine y muestre cómo se obedece a Dios. Hagan buenas acciones. Así los demás las verán y alabarán a Dios, el Padre de ustedes." Mateo 5:16 TLA
"En cuanto a mí, que el Señor me libre de pecar contra Él dejando de orar por ustedes" 1 Samuel 12:23 NVI
sábado, 11 de julio de 2015
El Llamado del Primer Amor
La música es una parte fundamental en mi vida. (Lo curioso es que mi voz es desafinada y no sé tocar un solo instrumento!!) pero vivo escuchando música casi todo el tiempo. Creo que es una de las formas en las que Dios me habla con más frecuencia y por eso mi apego a ella.
Esta semana me dio por escuchar el álbum Altísimo Señor del grupo Torre Fuerte, que estuvo muy de moda allá por inicios de los años 90. Inmediatamente me quebranté y las primeras dos veces no estaba segura por qué.
Lo pasé escuchando toda la semana, varias veces al día, y de repente supe de dónde venía mi quebrantamiento. Y era que asocié esas canciones a la etapa espiritual en que me encontraba cuando eran tan populares entre los jóvenes cristianos de esa época.
Empecé a recordar a mi grupo de jóvenes, a mis líderes, pensé en todas las actividades que hacíamos, lo incansable que éramos cuando de servir a Dios se trataba, la pasión con la que buscábamos del Señor, lo fácil que era orar y derramar nuestro espíritu en la presencia de nuestro Padre.
Puedo afirmar que Dios me habló bien claro y hasta me confrontó sobre lo que yo había cambiado en estos años. Porque en realidad, Él no ha cambiado ni una pizca, aunque a veces yo haya creído que sí.
¿Recuerdas lo apasionada que eras? ¿Recuerdas cómo me escribías tus oraciones a diario? ¿Recuerdas cuando te levantabas de madrugada y hablabas conmigo? ¿Recuerdas cuántas veces me dijiste que estabas dispuesta a ir donde sea que yo te mandara? ¿Recuerdas como me pedías un ministerio a tiempo completo? ¿Recuerdas todas tus promesas y tus sueños en los que Yo estaba incluido? ¿Recuerdas cuanto te importaba solamente hacer Mi voluntad? ¿Recuerdas como me pedías ser luz a otros?...Parecía que el Señor me lanzaba todas estas preguntas de golpe, como si fueran pelotas de béisbol que yo quería atajar una a una, y sin embargo no lo conseguía.
Te digo la verdad...no pude responder. Traté, pero me di por vencido rápido. Simplemente entendí que Dios tenía todo el derecho a cuestionarme cada una de esas cosas. Mientras, yo añadía una y otra vez ¿qué me pasó? ¿adónde se fue esa pasión? ¿por qué ya no deseo Su presencia como antes? ¿adónde se fue el sueño de ese ministerio para niños? ¿por qué ya no siento tanta carga por los que no le conocen? etc, etc.
Sé que el Señor entiende que Sus hijos pasamos por etapas. Por supuesto comprende, que por ejemplo, un cristiano casado tiene otros asuntos en su vida comparado con un cristiano soltero. Pero Su deseo de que le amemos con todo nuestro corazón, alma y mente, no cambia con los años. Él sigue queriendo ser el centro de mi vida y la tuya. Y precisamente nuestra relación con Él se prueba en ese aspecto, en que no le movamos del lugar que le corresponde independientemente de que la vida nos cambie o no.
Yo he decidido dar pequeños pasos para volver a empezar. Cambiaré un par de cosas en mi rutina diaria que espero me ayuden a hablar más con Dios y estar más conectada con Él. Porque sé que lo necesito, porque estoy convencida que no puedo seguir "dormida en los laureles".
¿Qué hay de ti? Quizá algunas de estas preguntas también son válidas para ti. ¿Adónde se fue tu pasión por el Señor? ¿Qué has hecho con el llamado que él te asignó tiempo atrás? ¿Qué uso le has dado a tus dones y talentos? ¿Qué prioridades en tu vida deben ser re-ubicadas? ¿Cuánto tiempo más vas a esperar?
Si al leer esto, te identificas conmigo, te animo a dar esos pasitos que te ayuden a poner todo en orden en tu vida. No le hagas esperar. Revive el primer amor. Pídele volver a sentir lo que sentías cuando le conociste. No ignores Su llamado.
Él te sigue amando como el primer día ¿y tú a Él?
"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente" Mateo 22:37 PDT
"Pero tengo esto en tu contra: has dejado a un lado el amor que tenías al comienzo. Así que recuerda dónde estabas antes..." Apocalipsis 2:4-5a PDT
"El Señor se le apareció desde la distancia y le dijo: <<Con amor eterno te he amado y por eso te sigo mostrando mi fiel amor>>" Jeremías 31:3 PDT
Esta semana me dio por escuchar el álbum Altísimo Señor del grupo Torre Fuerte, que estuvo muy de moda allá por inicios de los años 90. Inmediatamente me quebranté y las primeras dos veces no estaba segura por qué.
Lo pasé escuchando toda la semana, varias veces al día, y de repente supe de dónde venía mi quebrantamiento. Y era que asocié esas canciones a la etapa espiritual en que me encontraba cuando eran tan populares entre los jóvenes cristianos de esa época.
Empecé a recordar a mi grupo de jóvenes, a mis líderes, pensé en todas las actividades que hacíamos, lo incansable que éramos cuando de servir a Dios se trataba, la pasión con la que buscábamos del Señor, lo fácil que era orar y derramar nuestro espíritu en la presencia de nuestro Padre.
Puedo afirmar que Dios me habló bien claro y hasta me confrontó sobre lo que yo había cambiado en estos años. Porque en realidad, Él no ha cambiado ni una pizca, aunque a veces yo haya creído que sí.
¿Recuerdas lo apasionada que eras? ¿Recuerdas cómo me escribías tus oraciones a diario? ¿Recuerdas cuando te levantabas de madrugada y hablabas conmigo? ¿Recuerdas cuántas veces me dijiste que estabas dispuesta a ir donde sea que yo te mandara? ¿Recuerdas como me pedías un ministerio a tiempo completo? ¿Recuerdas todas tus promesas y tus sueños en los que Yo estaba incluido? ¿Recuerdas cuanto te importaba solamente hacer Mi voluntad? ¿Recuerdas como me pedías ser luz a otros?...Parecía que el Señor me lanzaba todas estas preguntas de golpe, como si fueran pelotas de béisbol que yo quería atajar una a una, y sin embargo no lo conseguía.
Te digo la verdad...no pude responder. Traté, pero me di por vencido rápido. Simplemente entendí que Dios tenía todo el derecho a cuestionarme cada una de esas cosas. Mientras, yo añadía una y otra vez ¿qué me pasó? ¿adónde se fue esa pasión? ¿por qué ya no deseo Su presencia como antes? ¿adónde se fue el sueño de ese ministerio para niños? ¿por qué ya no siento tanta carga por los que no le conocen? etc, etc.
Sé que el Señor entiende que Sus hijos pasamos por etapas. Por supuesto comprende, que por ejemplo, un cristiano casado tiene otros asuntos en su vida comparado con un cristiano soltero. Pero Su deseo de que le amemos con todo nuestro corazón, alma y mente, no cambia con los años. Él sigue queriendo ser el centro de mi vida y la tuya. Y precisamente nuestra relación con Él se prueba en ese aspecto, en que no le movamos del lugar que le corresponde independientemente de que la vida nos cambie o no.
Yo he decidido dar pequeños pasos para volver a empezar. Cambiaré un par de cosas en mi rutina diaria que espero me ayuden a hablar más con Dios y estar más conectada con Él. Porque sé que lo necesito, porque estoy convencida que no puedo seguir "dormida en los laureles".
¿Qué hay de ti? Quizá algunas de estas preguntas también son válidas para ti. ¿Adónde se fue tu pasión por el Señor? ¿Qué has hecho con el llamado que él te asignó tiempo atrás? ¿Qué uso le has dado a tus dones y talentos? ¿Qué prioridades en tu vida deben ser re-ubicadas? ¿Cuánto tiempo más vas a esperar?
Si al leer esto, te identificas conmigo, te animo a dar esos pasitos que te ayuden a poner todo en orden en tu vida. No le hagas esperar. Revive el primer amor. Pídele volver a sentir lo que sentías cuando le conociste. No ignores Su llamado.
Él te sigue amando como el primer día ¿y tú a Él?
"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente" Mateo 22:37 PDT
"Pero tengo esto en tu contra: has dejado a un lado el amor que tenías al comienzo. Así que recuerda dónde estabas antes..." Apocalipsis 2:4-5a PDT
"El Señor se le apareció desde la distancia y le dijo: <<Con amor eterno te he amado y por eso te sigo mostrando mi fiel amor>>" Jeremías 31:3 PDT
viernes, 3 de julio de 2015
"No, No y No" Firma: Dios
No sé si has estado en esta situación. Tienes un listado de peticiones, proyectos, anhelos del corazón y cada vez que quieres alcanzar alguno, parece que Dios sólo dice NO.
Como cristianos debemos saber que como cualquier papá, el Señor no siempre nos dará lo que pedimos. Así como nuestros padres no nos daban todos los dulces que deseábamos cuando niños ni nos dejaban ir a todos los lugares que queríamos, de la misma manera, Dios con cierta frecuencia le dice que NO a nuestras oraciones.
Un gran hombre de la Biblia, Moisés, recibió una negativa de parte de Dios. Él ya le había dicho al líder israelí que no entraría a la Tierra Prometida. Pero, Moisés insistió en que lo dejara cruzar el río Jordán, para contemplar la tierra.
"En esta misma ocasión le supliqué al Señor: <<Señor, Tú has comenzado a mostrar a este siervo tuyo tu grandeza y tu poder. No hay otro Dios en el cielo ni en la tierra que pueda hacer las cosas tan maravillosas que Tú haces. Te ruego que me permitas pasar al otro lado del río Jordán, pues quiero ver aquella buena tierra>>...Pero el Señor...no me concedió lo que le pedí, sino que me dijo: <<¡Basta! No me hables más de este asunto. Sube a lo alto del monte y desde allí mira...pero el Jordán no lo cruzarás>>..." Deuteronomio 3:23-27 DHH
Aunque Moisés desesperadamente deseaba conocer el otro lado, y aunque a los ojos de todos parecía que lo justo era que después de todo lo que hizo por ese pueblo, se mereciera cruzar, Dios no cambió su postura y Moisés tuvo que aprender a vivir con eso.
¿Por qué Dios dijo NO? Lo ignoro. Supongo que lo mejor para el pueblo de Israel era que Josué fuera su nuevo líder. Y de otra manera, el plan del Señor no se hubiera realizado.
Debes tener claro que aunque Dios te diga NO, Él sigue siendo Bueno y te sigue amando. No es injusto ni tiene otros hijos predilectos. Él tiene el panorama completo y es capaz de ver lo que nosotros no. Él sigue teniendo un plan maestro en mente y puedes estar seguro que lo llevará a cabo.
Si has recibidos algunos NO´s de parte de Dios últimamente, pídele que te dirija a orar de acuerdo a Su voluntad. Pero no te desanimes, sigue confiando, sigue creyéndole, sigue esperando en Su fidelidad por los próximos SI´s.
"Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza" Jeremías 29:11 PDT
Como cristianos debemos saber que como cualquier papá, el Señor no siempre nos dará lo que pedimos. Así como nuestros padres no nos daban todos los dulces que deseábamos cuando niños ni nos dejaban ir a todos los lugares que queríamos, de la misma manera, Dios con cierta frecuencia le dice que NO a nuestras oraciones.
Un gran hombre de la Biblia, Moisés, recibió una negativa de parte de Dios. Él ya le había dicho al líder israelí que no entraría a la Tierra Prometida. Pero, Moisés insistió en que lo dejara cruzar el río Jordán, para contemplar la tierra.
"En esta misma ocasión le supliqué al Señor: <<Señor, Tú has comenzado a mostrar a este siervo tuyo tu grandeza y tu poder. No hay otro Dios en el cielo ni en la tierra que pueda hacer las cosas tan maravillosas que Tú haces. Te ruego que me permitas pasar al otro lado del río Jordán, pues quiero ver aquella buena tierra>>...Pero el Señor...no me concedió lo que le pedí, sino que me dijo: <<¡Basta! No me hables más de este asunto. Sube a lo alto del monte y desde allí mira...pero el Jordán no lo cruzarás>>..." Deuteronomio 3:23-27 DHH
Aunque Moisés desesperadamente deseaba conocer el otro lado, y aunque a los ojos de todos parecía que lo justo era que después de todo lo que hizo por ese pueblo, se mereciera cruzar, Dios no cambió su postura y Moisés tuvo que aprender a vivir con eso.
(No perros, No bicicletas, No nadar)
Debes tener claro que aunque Dios te diga NO, Él sigue siendo Bueno y te sigue amando. No es injusto ni tiene otros hijos predilectos. Él tiene el panorama completo y es capaz de ver lo que nosotros no. Él sigue teniendo un plan maestro en mente y puedes estar seguro que lo llevará a cabo.
Si has recibidos algunos NO´s de parte de Dios últimamente, pídele que te dirija a orar de acuerdo a Su voluntad. Pero no te desanimes, sigue confiando, sigue creyéndole, sigue esperando en Su fidelidad por los próximos SI´s.
"Sé muy bien lo que tengo planeado para ustedes, dice el Señor, son planes para su bienestar, no para su mal. Son planes de darles un futuro y una esperanza" Jeremías 29:11 PDT
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