domingo, 11 de diciembre de 2016

Hablemos de Límites

Yo siempre había creído que tenía una personalidad fuerte y que no me dejaba tan fácilmente de la gente. Pero hace unos años descubrí que, como alguien que lucha con la codependencia (puedes leer más acá http://destellos7.blogspot.com/2015/05/mis-confesiones-mucho-gusto-soy-una.html), poner límites me resulta más complicado de lo que pensaba.

En su libro 'Límites', el Doctor Henry Cloud  señala que: "Los límites definen a la persona. Definen lo que soy y lo que no soy. Un límite me muestra dónde termina mi persona y comienza otra persona" . Aparentemente suena fácil, pero en la práctica podemos estar permitiendo que otros crucen nuestros límites cada vez que quieren.

Es un tema extenso para discutir, pero es importante saber que "el concepto de límites proviene de la naturaleza misma de Dios...Él se define como un ser único e independiente, con responsabilidad propia...al decirnos lo que piensa, siente, planifica, permite y no permite, lo que le agrada y desagrada" . Él nos recuerda que es Soberano "Porque Yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a Mí...Mi consejo permanecerá y haré todo lo que quiero" (Isaías 46:9-10), por lo tanto, establece que hay un límite entre Él y nosotros.

Algunos indicadores de que nuestros límites están flojos pueden encontrarse al responder preguntas como éstas:

- ¿Te cuesta decir que NO? 
- ¿Dices que SI a lo que te parece malo?
- ¿No aceptas un NO de otros?
- ¿Tienes problemas poniendo en palabras tus emociones o sentimientos?
- ¿Terminas cediendo ante otros para no provocar un conflicto, por quedar bien o por miedo a ser desaprobado?
- ¿Acostumbras a tomar responsabilidades que no te corresponden?
- ¿La gente te pide favores con mucha frecuencia? (porque siempre les dices que si)
- ¿Andas silenciosamente amargado o murmurando porque otros no aprecian lo que haces por ellos?
- ¿Te vas a dormir con una sensación de que no eres valorado A PESAR de todo lo que haces por otros?
- ¿Has adquirido deudas, has bajado tus estándares o has hecho cosas que nunca te imaginaste capaz de hacer por temor/amor?

Estos son solo ejemplos generales de los problemas que enfrentamos las personas a las que nos cuesta poner límites. Y lamentablemente, a muchos se nos ha enseñado que el cristianismo se trata de un amor sacrificial constante, creemos que no decir que SI a todos nos convierte en cristianos poco amorosos; sin embargo, la vida cristiana no se trata de dejar que otros sobrepasen lo que somos.

Así que ánimo! No todo está perdido. Aunque hayamos pasado toda nuestra vida con límites casi inexistentes con tal de llevar la fiesta en paz con otros o con tal de ser buenos cristianos, aún podemos hacer algo, aún podemos comenzar HOY a cambiar eso.

Primero debes saber que los límites no se heredan, se construyen. En segundo lugar, recuerda que nuestra necesidad más profunda es la de pertenecer, ser parte de una relación, ser amado; y las buenas noticias son que "Dios es Amor" (1 Juan 4:16), es Su naturaleza estar en una relación contigo y conmigo. Esa ES tu relación más importante y de la que deberías llenar tu alma. Cuando Dios es tu primer amor, resulta más fácil establecer límites.


También recuerda que Él te creó con propósito. 2 Timoteo 1:9 dice "quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito Suyo y la gracia que nos fue dada". No fuiste hecho para vivir esclavizado a los deseos de otros, fuiste hecho para cumplir el Suyo.

Las personas que batallan para poner límites a los demás enfrentan sentimientos de frustración, nerviosismo, inseguridad constante, deseo exagerado de afirmación y reconocimiento (aunque no se exteriorice), miedo al abandono o a dejar de ser amado, sensación de poca valía, soledad, entre otros.

Si te has sentido invadido por ciertas personas, si consideras que la gente no está respetando lo que eres, lo que quieres, lo que haces, lo que te gusta; es tiempo de correr a los brazos del Señor, en Su presencia encontrarás la afirmación que necesitas. NINGÚN ser humano es capaz de satisfacer tu alma, eso es una ilusión. El dejar que alguien más cruce 'tu propiedad' no garantiza que tendrás plenitud. Decir siempre que SI no sanará tus relaciones ni evitará conflictos.

No confundamos el mandato de "amar al prójimo" con la inexistencia de límites, el amor no se demuestra de esa manera. Te recuerdo que ese mandato conlleva un segundo componente: "...como a ti mismo" (Lucas 10:27). No podemos ser capaces de amar a otros de forma saludable, hasta que nos sepamos y sintamos amados plenamente por nuestro Creador.

Hemos sido amados con amor eterno (Jeremías 31:3), poner límites-en sentimientos, en pensamientos, en las finanzas, en el tiempo, en distancia física, en las palabras, etc- es una expresión de amor hacia nosotros mismos. 

No tengas miedo, sé valiente. Empieza a decir NO con más frecuencia, empieza a expresar lo que de verdad sientes y piensas, empieza a poner distancia si es necesario. Deja que Su perfecto amor te cubra y te afirme como el ser único que diseñó. Sé libre.


"...Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" Juan 10:10 RVR60

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